No hay nada que disfrute más cocinar que una torta de cumpleaños. Pensarla, preparar los ingredientes sobre la mesada, el olorcito del bizcochuelo en el horno… una torta de cumpleaños tiene que ver con construir anticipación. Todo el mundo espera a ver cómo es. Y más de un ansioso pregunta por sus sabores no bien llega a la fiesta.
Por eso no me gusta decepcionar tanto momentum con sabores aburridos, sin twist. Mis tortas sorprenden por definición. Y sin caer en recursos arquitectónicos basados en el mazapán y el colorante. El truco es mixear sabores inesperados y deseables. A la manera de un buen DJ.
Torta Chai de Naranjas rellena con lemon curd de frutillas y topping de cream cheese
Ingredientes
Para el bizcochuelo, opción gourmet
-2 tazas de harina 0000
-2 cdtas de polvo de hornear
-1/4 cdta de sal
-300 gr de manteca a temperatura ambiente
-1 taza de azúcar
-6 claras de huevo a temperatura ambiente
-3/4 taza de leche entera a temperatura ambiente
-1/2 cdta de esencia de vainilla
-ralladura de 2 naranjas
-2 cdtas de chai masala
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Para el bizcochuelo, opción “no tengo tiempo”
-un paquete de premezcla de bizcochuelo de naranja
-2 cdtas de chai masala
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Para el lemon curd de frutillas
-ralladura de 3 limones
-jugo de 2-3 limones (o 1/2 taza)
-1 taza de glucosa (en su defecto, azúcar común)
-1 taza de frutillas frescas
-5 yemas de huevo
-200 gr de manteca a temperatura ambiente
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Para el topping de cream cheese
-200 gr de queso Finlandia (o Philadelphia, si estamos con espíritu derrochador)
-200 gr de manteca a temperatura ambiente
-1 taza de azúcar impalpable
-1 taza de fécula de mandioca o arrowroot
-esencia de vainilla
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Para decorar
-1/4 kg de frutillas cortadas en láminas
-1 taza de granas de colores
Aclaraciones básicas:
-Cuando dice temperatura ambiente es por una razón. Afecta al resultado final. Por lo tanto, lo primero es sacar de la heladera todo lo que debe estar a temperatura ambiente y ser paciente. Si no sos paciente, el microondas o un bowl con agua caliente son tus aliados.
-Esta torta sale mejor si usás 2 moldes —mejor de silicona— que uno solo.
–Chai masala es una mezcla de especias, con las que se hace té chai y muchas otras cosas ricas. Si no conseguís esa mezcla, podés fabricarla en tu casa con 2 ramitas de canela, 1 cda de semillas de cardamomo, 1 cda de jengibre, 3 clavos de olor y una estrella de anís. Estos ingredientes se consiguen en el barrio chino, sueltos o en algunas mezclas para té. Solo tenés que molirlos con un molinillo de café.
-Si hacés el bizcochuelo versión gourmet, cuando separes las claras de las yemas, guardá las yemas con cuidado que las vas a usar para el lemon curd.
-No te sientas culpable por usar una pre-mezcla de bizcochuelo. Queda riquísimo, y a veces no se puede ser tan gourmet. Si vas por la versión sin tacc, es una buena apuesta a menos que tengas larga experiencia en respostería gluten free.
¡Elige tu propia aventura! Podés seguir con las instrucciones para el bizcochuelo gourmet, o clickear aquí para ver la versión “no tengo tiempo”.
Pasos para el bizcochuelo gourmet:
-Colocá el estante de rejilla en el centro del horno y precalentalo a 180 grados (fuego medio, para los que no tienen termostato). Rocía dos moldes para torta de 20 o 24 cm con aceite en aerosol o si son de silicona antiadherente no es realmente necesario (tené en cuenta que cuanto más chiquito sea el molde, más alta va a ser la torta). También podés usar papel de cocinar para hacer una base, lo que hace que se desmolde híper mega fácil. Simplemente usa el molde para calcar la forma al papel, y cortá.
-Reuní todos los ingredientes sobre tu mesada de trabajo. Chequeá que tenés todo lo necesario. Separá las yemas de las claras, guardando cuidadosamente cada parte en un bowl cubierto con film (en particular las yemas, ponelas en la heladera).
-En un bowl mediano, mezclá la harina, el polvo para hornear, la sal y el chai masala.
-Si tenés una batidora planetaria (como la kitchenaid o similar) poné la manteca y el azúcar y batí con la paleta (no batidor) a velocidad media durante unos 5 minutos, o hasta que veas la mezcla suave y ligera. Agregale el extracto o esencia de vainilla y la ralladura de naranja.
-En otro bowl mediano, batí a mano las claras de huevo y la leche hasta que estén combinados.
-Reducí la velocidad de la batidora al punto mínimo y empezá por agregar 1/4 de la harina. A continuación, agregá 1/3 de la mezcla de leche. Si es necesario, frená la batidora y recolectá con una espátula lo que quede pegado a los lados del bowl. Continúa con esta mecánica hasta que hayas incorporado todo. Raspá el bowl con una espátula de goma grande. Si la mezcla se ve un poquito grumosa está bien.
-Pasá la mezcla en partes iguales a los moldes. Derecho al horno por 30-35 minutos, hasta que al insertar un palillo de madera (o mondadientes, qué gran palabra) te salga limpio. Antes de cortar cada pastel por la mitad —para obtener 4 pisos— dejalos enfriar. Para enfriarlos es mejor hacerlo en forma paulatina: primero abrir la puerta del horno por 5 minutos, luego sacarlos del horno 5 minutos más, y recién ahí desmoldarlos, idealmente sobre una rejilla para que circule el aire. Enfrialos boca arriba y con el papel de cocinar apoyado contra la rejilla, así no se pega.
Pasos para el bizcochuelo “no tengo tiempo”:
-Colocá el estante de rejilla en el centro del horno y precalentalo a 180 grados (fuego medio, para los que no tienen termostato). Rocía dos moldes para torta de 20 o 24 cm con aceite en aerosol o si son de silicona antiadherente no es realmente necesario (tené en cuenta que cuanto más chiquito sea el molde, más alta va a ser la torta). También podés usar papel de cocinar para hacer una base, lo que hace que se desmolde híper mega fácil. Simplemente usa el molde para calcar la forma al papel, y cortá.
-Reuní todos los ingredientes sobre tu mesada de trabajo. Chequeá que tenés todo lo necesario.
-Seguí las instrucciones del paquete, y cuando llega la hora de volcar el contenido, agregá tus dos cdtas de chai masala.
-Pasá la mezcla en partes iguales a los moldes. Derecho al horno por 30-35 minutos, hasta que al insertar un palillo de madera (o mondadientes, qué gran palabra) te salga limpio. Antes de cortar cada pastel por la mitad —para obtener 4 pisos— dejalos enfriar. Para enfriarlos es mejor hacerlo en forma paulatina: primero abrir la puerta del horno por 5 minutos, luego sacarlos del horno 5 minutos más, y recién ahí desmoldarlos, idealmente sobre una rejilla para que circule el aire. Enfrialos boca arriba y con el papel de cocinar apoyado contra la rejilla, así no se pega.
-Arrancá por rallar los 3 limones, completos. Se hace con un rallador para limón (o zester) o con la parte más finita y chiquita de tu rallador de cocina. Si sólo tenés el de rallar zanahorias se te va a complicar. Poné la manteca en un bowl para microondas y derretila (bastan unos segundos). Si querés probar la versión más paleo-friendly podés reemplazar por aceite de coco. Mientras tanto, cortá un limón por la mitad y exprimilo para extraer el jugo.
-En un bowl grande (o el bowl de tu batidora eléctrica), poné la manteca previamente derretida, la glucosa o el azúcar y la ralladura de los limones. Batí hasta que estén bien combinados.
-En la licuadora hacé puré las frutillas junto con el jugo de limón.
-Agregá el puré de frutillas a la mezcla de manteca, y batí hasta que estén combinados. Agregá las yemas de huevo de a una (esperá a que se incorpore una antes de agregar la otra).
–Para el siguiente paso necesitás disponer de 12 minutos junto al fuego sin interrupción. Pasá la mezcla a una olla o sartén de tamaño mediano. Ponela a fuego bajo y revolvé constantemente, hasta que la mezcla esté espesa y cremosa, lo que te llevará aproximadamente unos 12 minutos.
-Este paso es optativo: podés colar el curd para que quede súper cremoso y sin grumitos. Pero no es realmente necesario. Si lo querés hacer, necesitás un tamiz de malla fina.
-Podés guardar el curd en un frasco de vidrio y dejarlo enfriar a temperatura ambiente. Una vez que se enfría, y si lo querés guardar por hasta dos semanas en tu heladera, tenés que sellar el frasco poniéndolo en una olla con agua (el agua debe cubrir completamente el frasco) y llevar al fuego nuevamente hasta que hierva por 10 minutos.
-Con una batidora eléctrica (batir a mano esta mezcla es agotador, no lo recomiendo), batí el queso crema y la manteca a temperatura ambiente hasta que el mix no tenga grumos. Son unos 3 minutos a velocidad media. Usá una espátula de goma para raspar los costaditos del bowl, así te asegurás de que se mezcló todo perfectamente.
-Agregá un golpecito de extracto de vainilla. Con la batidora en marcha, agregá lentamente el azúcar impalpable, y luego la fécula de mandioca, tapioca o arrowroot. Si querés eliminar el azúcar, probá ir directamente con la fécula. La mezcla se va a sostener igual.
Armar la torta
La parte más divertida es armar la torta. Me gustan las tortas que tienen muchas capas de relleno, por lo que siempre separo la mezcla en dos moldes, para luego dividir cada uno por la mitad y tener de esa forma 3 capas de relleno. Para la torta de la foto cometí el error de delegar la tarea del corte y no salió tan perfecto. Pero eso fue interesante, porque me obligó a desestimar mi plan original de decoración, improvisando con láminas de frutilla para corregir la irregularidad de las capas.
Si el corte de tus capas es perfecto, quizás quieras untar el frosting solo en la parte superior de la torta, para lucir las capas.
Como se trata de una torta de cumpleaños, agregué unas granas estilo confetti de colores, y la leyenda “feliz cumpleaños” con un lápiz de glaseado que compré en una tiendita de cocina en Brooklyn. Pero me encantan los letreros dorados bien kitsch, y las velas estilo fuegos artificiales. Porque si se trata de festejar un cumpleaños, ya les dije: the bigger and louder, the better.