Arrancamos el mes donde la invitación es a lanzarnos a la conquista de nosotras mismas, para poder vivir la vida que queremos con optimismo y una desvergonzada libertad.
Ilustra Trinidad Wez
En este mundo cambiante, traicionero (ah, re culebrón), donde pedimos salirnos de la normas y de una forma u otra seguimos sosteniendo el entramado en el que transcurren, pienso que romper con los patrones tanto externos como propios, es un gran acto de coraje que tiene mucho de algo que citamos siempre en este blog: ser consecuentes con una misma.
Cuando imagino referentes que me inspiran y me invitan a la audacia, pienso mucho en las grandes artistas del mundo del pop. Confieso que siempre las minimicé. Aquí mis prejuicios: no componen, no arreglan, ni siquiera eligen su propio vestuario, se pasan de filtros de voz, cambian de estilo según tendencias, son productos de un sistema, sin su equipo no son nada. Cuestión que puede ser cierta en muchos casos y en muchos otros, por lo menos al inicio de sus carreras.
Pero también es cierto que para convertirse en las verdaderas estrellas que son arriba del escenario, para sostener esa presencia escénica exigente donde todas las luces apuntan a una, tienen que tener un ejercicio del desafío, una capacidad de transgresión y un sostén interno que no cualquier persona tiene. Viendo los documentales de algunas de ellas, entiendo lo fuertes, osadas y ambiciosas que han sido a lo largo de los años para llegar a dónde están hoy.
“Cuando dejo ir lo que soy, me convierto en lo que podría ser.”
lao tzu
¿Vieron por ejemplo el documental de J Lo en Netflix? Una mujer que no se come ni media. Que ha desafiado las normas de lo que los medios y la sociedad americana consideraban posible para una artista latina hace 20 años, una mujer a la que no le tiembla el pulso para plantarse ante productores, organizadores, directores. No me haría nada de gracia cruzarme con J Lo en un mal día (suyo claramente), ni rayarle el auto estacionando. Guay de interponerme en su camino, madre mía.
Y a ustedes, queridas millennials, que quizás miran de costado a la Madonna sexagenaria porque no la vivieron en tiempo real: ¿se imaginan el espesor de ovarios que hace falta para ser ella? Hackeó cuanta norma existiera: la chica religiosa que rompe moldes, que habla de sexo abiertamente, a favor de la escena gay, BDSM, que cambia de productor porque sabe oler lo que viene, que llama al trip hop cuando era under, que produce electrónica antes de la electrónica, que practica yoga antes de que sea una práctica que encontramos en cualquier barrio.
“Somos audaces cuando nos acercamos a la versión más profunda de nosotras mismas.”
¿Cómo es que vive una Madonna adentro de su piel? No sabiendo ser otra cosa que sí misma, una mujer con una audacia y visión que me inspiran. Esas son las figuras que me hacen decirme hacia adentro cuando enfrento grandes momentos o miedos, “dale, no seas panqueque, mirá las que sostuvo esta mujer”.
Somos audaces cuando nos acercamos a la versión más profunda de nosotras mismas. Y esa audacia está presente en grandes momentos o movimientos, pero no todo es show. También es super necesaria como motor de vida para los pequeños cambios. Hay que ser audaz para dejar de fumar, cambiar de trabajo, ordenar hábitos, separarse, decidir que se quiere o no tener hijos, dejar el pueblo natal…
Hoy compartimos algunas historias de integrantes del equipo creativo detrás de Happimess, donde nos cuentan su momento audaz.
Mi momento audaz:
· Vik Arrieta (alma mater de Happimess):
Creo que mis momentos que se sintieron más audaces no fueron los que dije que sí, sino cuando que dije que no. Fue audaz de mi parte decirle que sí a crear una empresa según mi visión, a subirme a un escenario frente a 300 personas como presentadora de Pecha Kucha o a grabar un curso en Domestika. Fue audaz aceptar la invitación de VER de participar como protagonista de su primera campaña de “mujeres (reales) apasionadas”, más audaz proponerle editar una línea de remeras junto a ilustradoras y más audaz aún proponerles crear mi propia colección Happimess.
Pero quizás lo más audaz fue decir que no a la carrera académica y corporativa. Decir que no a buscar un segundo hijo. Decir que no a proyectos que me desvían de mi propósito, por más divertidos que parezcan. Decir que no a los estereotipos de mujer jefa exitosa que debe verse, tener o estar “así”. Se siente más audaz animarse a la rebeldía y al vacío, que a las cosas que parecen correctas. La audacia de decir que “no” hoy, abre camino a que florezcan los “sí”. Desde adentro, como todo lo bueno que florece a su tiempo.
· Ceci Olive (marketing digital):
“Un trabajo en relación de dependencia que me hacía infeliz (uno más de muchos), una neumonía a la semana, un esguince. La idea de trabajar de forma independiente, alimentada del momento de mi vida más slasher y las invitaciones para sacar fotos a eventos instagrammers que llovían (en horario laboral por supuesto). Dos clientes dispuestos a contratarme como freelance, y la audacia presente en el momento justo para presentar el telegrama de renuncia y animarme a la vida de profesional independiente. Miro para atrás y a veces no sé cómo me animé a soltar la relación de dependencia. Como tantas veces en mi vida, mi cuerpo marco el camino, me pidió que dejara esa rutina y que diseñáramos otra distinta. Más nuestra y menos impuesta. Fue un trabajo profundo de redefinir mis valores: “tener una carrera exitosa” por “poder salir de día y ver el sol durante la semana” o “tener más de una actividad productiva (que me genere ingresos) para reflejar lo ecléctico de mis pasiones y habilidades”. ¿Qué loco no? Que aún en este mundo moderno, necesitemos un arranque de audacia para soltar el deber ser (en cualquier orden de la vida) y empezar a vivir y crear nuestras propias reglas. Difícil, obvio, pero lo recomiendo enfáticamente.” |
· Tofu Giandinoto (contenidos):
A mí me gusta mucho mucho la versión gringa de la palabra audaz: “bold“. Me gusta porque además de identificar a aquellas personas capaces de tomar riesgos, también significa “grueso”. Acá me pongo en modo diseñadora gráfica nerd: Bold se refiere a esa variante tipográfica que usamos todos cuando queremos destacar un texto, ¿verdad? No es lo mismo decir “te amo” que “te amo“. Ni te digo si tipeamos “TE AMO“. Es la declaración máxima tipeable y más si la intencionamos en un cuerpo tipográfico generoso. Bold es una palabra en concordancia con su significado. Bold hace quedar como tibia a cualquier tipografía de variante regular. Bueno me calmo. Vuelvo al ruedo de la audacia...
Cuestión que las que sigan este blog desde el último año saben de mi salto cuántico desde la gran ciudad bonaerense a la pacífica Mar del Plata. No quiero ser pesada con esto, porque hay mucha refe de esto en este blog, pero creo que fue mi momento de mayor audacia. Porque venía super dilatada en cuestiones personales y de pronto alineé patitos y fui con toda.
Porque es una decisión que hice de grande, porque estoy en esa edad donde la carga no es liviana, los padres se ponen grandes, los hijos no apoyan necesariamente y los ex maridos ejem… a veces preferirían que nos abdujera una nave nodriza porque nuestros movimientos les desencadenan cierto sacudón personal. No los culpo.
Para tomar ciertas decisiones con tanto bagaje a cuestas, hace falta mucho coraje, créanme. Porque no me mudé por un amor, ni tenía una casa de verano acá, ni tenía ni tengo familia en este lugar. Cero en todo. Y a veces me encuentro en mi nuevo hogar, en mi sala de yoga, observando a mis nuevos alumnos reposando plácidos en Savasana y no puedo creer que junté la fuerza para llegar hasta donde estoy y que solita (pero a la vez con mucho soporte) creé todo esto que ya está en funcionamiento.
“Sí, me animo.”
Cerrando estas bitácoras de audacia, les contamos que el resto del mes vamos a estar recorriendo las historias de audacia de distintas integrantes de la tribu Happimess.
Les acerco un tema de Hendrix en la versión de John Mayer: Bold as love. Porque para amar también hay que ser audaz.
Y ahora, inspirada AS*F… te cedemos el teclado:
3 comentarios
Me encantó este post! Justo lo que NECESITABA leer hoy! Sí, en mayúsculas … Jaja! Se me ocurren varios momentos audaces ( viajar sola, mudarme a Rosario a los 17 años, estar en un reality ja!), pero creo que el más audaz es siempre el que está por venir! ✨💛🦄
QUÉ CHICAS AUDACES HAY ACÁ! (no tengo Bold Tofu, pero va con MAYÚSCULAS :)
Un momento audaz para mí fué sin dudas vender compu y agarrar el bolsito solita mi alma para Barcelona, un Diciembre de 2002. Un año de gran aprendizaje personal a los 24 años, qué locura! En cada desafío que emprendo ahora me digo: si hice eso, ¿cómo voy a temer a esta nueva ola? Naah… Sumo a las genias audaces del Pop a Lady Gaga, inteligencia disfrazada de no-me-importa -nada jaja, Besoss ! Male
Audacia, ser audaz… siempre escribí esa palabra (u otra similar), como nueva meta en el año entrante.
Fue hasta hace poco que me lo empecé a creer, que lo empecé a sentir.
Ser audaz, mandarme, atreverme, animarme y dejar atrás eso que pienso de que no puedo, o que no va a resultar y me voy a sentir vulnerable. Ja! Voy corriendo a que pase!
Soy audaz cuando pongo limites, cuando marco la cancha, cuando soy autentica. Soy audaz ahora, que cuando vuelvo del trabajo dibujo y pinto y hago yoga y medito y no respondo a lo que los otros quieren.
Soy audaz cuando digo lo que quiero. Cuando me respeto.
Soy audaz cuando me concentro en mi deseo. Cuando me disciplino
Soy audaz desde el día que desperté, desde el día que bailo todos los días, desde que ya no me importa lo que los demás piense, digan, opinen…
Soy audaz a m i manera, de a poco… pero esa audacia que trato de elegir cada día, en cada momento, estoy segura que me va a llevar a tomar esas decisiones que tanto cuestan, pero que la vida me pide que tome, para poder seguir siendo yo.
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