Te cayeron las chicas a casa para una merienda espontánea. O llueve. O estás en esos días en los que los panificados son tu única religión. Necesitás que tu casa huela a vainilla y algo que acompañe el café. Redoblantes por favor: entran los scons.
Los scons son perfectos comodines: salen dulces o salados, y hasta podés conjugar ambas presentaciones en una misma horneada con facilidad. Son ricos y son rápidos, y como cuando hay ganas de comer escasean las ganas de esperar, son buenos aliados. Aprendé a hacerlos de memoria porque te salvan. Te paso una receta “básica” con reemplazos porque con los scons vale probar combinaciones. En este caso, yo usé algunos ingredientes un poco más difíciles de encontrar, pero no imposibles.
Scons de Frambuesa y Coco
Ingredientes para 12-14 scons
1 taza de harina de coco*
1 y 1/2 tazas de premezcla sin tacc (o completa con harina común 0000)
1 cda de polvo de hornear
1/4 taza de azúcar mascabo / xilitol / stevia para cocción, o ponele 1 cda si los hacés salados
1/2 taza o unos 100 grs de manteca fría cortada en cubitos chiquitos
1/4 cdta de sal (o 1/2, si los querés salados)
2 huevos
200 ml de crema de leche / yogur / crema de coco
3/4 taza de frambuesas frescas o en conserva / o pasas de cranberries o uvas, o 100 gr de queso parmesano, tybo o mezcla de ambos, rallado
1/2 taza de coco rallado si vas por la versión dulce
Hierbas y pizca de nuez moscada, si vas por la versión “quesitos”
Opcional: esencia de vainilla
Opción de harinas alternativas:
100 gr de harina de avena
100 gr de harina de sorgo blanco
100 gr de harina de lupino
Opción de harinas alternativas SIN TACC:
150 gr de harina de sorgo blanco
150 gr de harina de lupino
Pasos
Sacá la manteca de la heladera mientras mezclás en un bowl los sólidos: las harinas, el polvo de hornear, la sal y el azúcar. Cortá la manteca en cubitos pequeños y volcala sobre las harinas. Trabajá con las manos (podés arrancar con un tenedor). Si tenés una procesadora o una kitchen aid, podés usarla y tardás un segundo.
En otro bowl batí los huevos con la crema y la esencia de vainilla hasta que queden incorporados. Volcá los líquidos sobre tus sólidos y mezclá hasta incorporar: no hace falta batir ni lograr ninguna consistencia especial, te va a quedar una masa muy cremosa porque está cargadísima de manteca y crema. Ñam.
En este punto, agregá el coco rallado y las frambuesa. Incorporalos a la masa revolviendo en forma suave y envolvente, apenitas. Si vas a usar otros sabores, también los incorporás acá (animate con manzana rallada y roquefort, una mix de quesos rallados, romero). Si querés hacer dos variedades en una misma horneada, separá la mezcla base en dos bowls antes de incorporar los sabores.
Y acá viene la parte que me encanta: volcá la mitad de tu masa directamente sobre un silpat o plancha de silicona. Si no tenés, vale papel para hornear apenas enmantecado sobre una placa o fuente. Dibujá un círculo de unos 3 cm de altura. Con una espátula, dividí el círculo como si fuera una pizza, y separá las “porciones” dejando una separación de 3-5 cm entre cada una. Esos triangulitos irregulares serán tus scons.
Cocinar: llevá tus scons a horno medio por 20 minutos. Dependiendo de tu horno, el tiempo de cocción puede variar, así que usá tu olfato y tu sentido común. Podés chequearlos a los 15 minutos, fijate el color de los bordecitos y de la base, si no se “tuestan” por arriba no te preocupes.
Sumales extras
Si querés sorprender con la presentación, podés hacer un topping con azúcar impapable y jugo de limón, o con un poco de crema y canela. Podés untarlos antes de meterlos al horno o apenas salen calentitos. Se pueden comer calientes y son, de hecho, más ricos. Servilos con una buena mermelada —casera u orgánica—, con un queso untable, con crema de coco batida bien fría, y acompañalos de un té de hebras de Daarjeling o un Chai. Te prometo que cada caloría valdrá la pena.
Consejo: no seas amarreta con la manteca. Es clave para lograr la consistencia adecuada. La crema o yogur pueden obviarse pero el resultado varía mucho, te van a quedar mucho más secos. La clave es que sean sequitos y crocantes por fuera pero esponjocitos por dentro.
(*) Sobre la harina de coco
Cuando escribí este post, no se conseguía en Argentina. Pero por suerte mucho cambió en estos años y ahora es fácil encontrarla en tiendas naturales. Yo consigo la mía en Fernanda o en The Food Market. Si no, podés hacer harina de coco con un molinillo y coco rallado. No es exactamente igual, pero va a cumplir su cometido. No recomiendo usar enteramente harina de coco, porque absorbe mucho la humedad (y se rompe mucho además).
Sobre la harina de sorgo blanco y lupino
Hoy también podés optar por las harinas de sorgo blanco y de lupino, que son una alternativa muy sana. El lupino tiene extra carga de proteínas y fibras. Y la de sorgo blanco es una alternativa a la harina de arroz, tiene un rendimiento similar. Yo compro estas harinas en Épicos.
Si te animás a probar con otras harinas, contame en los comentarios así aprendemos :)
1 comentario
Me tentaron los scons! y me viene genial el dato de la harina de coco, viajo este sábado a Temuco y tengo una lista de cosas para comprar en el Jumbo que acá no conseguimos.
Yo probé hace poco hacer una torta con mitad de harina de arroz integral y mitad de la integral orgánica, y queda muy bien. La harina integral orgánica ya la incorporé a todo lo que hago, porque es finita y fácil de amasar, sólo le agrego bicarbonato y mis preparaciones salen rechonchitas.
Cuando haga scones te cuento cómo salieron. Un beso!
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