Este mes llamamos a los estudios Paramount, para rodar todas las pelis que nos hacemos en la mente.
por Tofu
Me fui en Diciembre y le dejé la pluma (digital, pero pluma al fin) a la jefecita. Cada tanto necesito tomar aire de lo que estoy haciendo para volver con toda. Descansar del loop de mi parte de la “responsabilidad contractual” correspondiente, reciclar las ganas y volver fresca, bronceada, aireada, llena de preguntas y energía literaria para volcarles a ustedes todo eso que voy viendo a mi alrededor. Estoy enormemente agradecida a Vik por este espacio y a ustedes por leer estas palabras.
Cuando me tomo estos espacios, principalmente lo hago para poder cargarme de nuevas historias. Reales e imaginarias. Es en esos espacios de ocio y juego donde surgen las mejores reflexiones. Porque me recorren, las voy viviendo y pensando sin la obligación de bajarlas a papel, porque el jueves sale el mailing, por ejemplo. Y en este mes, en esta vida de ciudad balnearia donde vivo y trabajo y trato de sentirme de vacaciones al mismo tiempo (agotador, prueben un mes y me cuentan), reflexiono sobre el tema de este mes y lo primero que pienso es: soy experta en guionar y rodar pelis en mi mente.
A veces siento un estado de enamoramiento que no lo puedo explicar. Es como un amor a la vida, mezclado con euforia, con dármela en la pera, un entusiasmo carnal por un nuevo proyecto, un amor potencial, la idea de algo. Tal cual define Bjork en su tema Like someone in love.
Like someone in love · Bjork
Lately
I find myself out gazing at stars
Hearing guitars
Like someone in love
Ultimamente
Me encuentro observando las estrellas
Escuchando guitarras
Como alguien enamorado
Mientras estoy en estos estados, me vuelvo más creativa que nunca, mis mejores historias y mi mayor potencial se suceden en ese estado de enamoramiento con la vida. Los mejores posteos también, ojaldre. En estos estadíos, potencio la realidad a niveles insospechados. Es como la realidad aumentada de los dispositivos móviles, pero sólo sucede en mi mente. Como buena sagitariana, este estado es altamente ampliado cuando viajo.
Cuestión que en estos estados mejor que me siente a escribir, a crear, a hacer un podcast, estudiar una nueva carrera, iniciar un nuevo cuaderno, porque todo lo que salga de mí en este estado es mi mejor versión. Como esa lucidez de mañana que me caracteriza por ser un búho madrugador.
Les doy unos ejemplos:
-Si estoy un poco manija con el surfing y aunque esté montando olas de 30 cm, en ese estado encarno al espíritu de las longboarders californianas que despuntaron el estilo de caminar la tabla hasta la nariz. Y vaya si me lo creo. Posta que me veo así. Hasta que algún amigo me sorprende con una foto, claro.
-Si voy voy por unas días a Bariloche en invierno, rápidamente encarno el espíritu de aquellas mujeres de revistas de moda de mi infancia, que envestían prendas completamente animales (previas a la era vegana), aunque esté usando una campera Uniqlo vencida y con relleno sintético.
-Cuando viajo a Brasil, automáticamente mi archivo mental me lleva a la belleza autóctona de Sonia Braga, sus soleros escotados y su sensualidad tan inevitable e impactante, que incomoda. Posta que como papaya con las manos y me creo una bomba madura, aunque chorree semillas y pedazos de fruta cual simio.
“Hacerse la peli” como recurso para concretar sueños.
A veces pasa mucho tiempo y no logro retomar este estado. Me preocupo. ¿No volverá más? ¿Cómo lo puedo invocar? Porque en este estado, como decía antes, sucede todo lo bueno a nivel creativo. Es como mi musa inspiradora espacio-temporal.
Mi pregunta alrededor de esta característica onhírica que me habita es: ¿cómo hago para reproducir este estado on demand? Porque ponele que tengo que escribir un material que precisa de mi más alta conexión con la pachamama creativa del cosmos y justo no ando lúcida. O quizás es Julio en Mar del Plata o Buenos Aires y el clima pide introspección y quiero recrear ese sentimiento. ¿Cómo hago para hacerme de ese feeling para producir mejor cuando me plazca? ¿Es posible o mejor no forzar la magia?
Porque puede ser que como con los hechizos: no todos funcionan para todo. La música ha sido siempre para mi un teletransportador de emociones. Con los distintos climas musicales construyo estados de ánimo, climas y acompaño momentos. Por eso cada tanto me despliego aquí con una lista de temas.
Una lista para potenciar tu peli de verano:
Hoy les acerco esta playlist de verano, confeccionada con todo mi amor y pericia musical, bien impregnada de indie porteño, fresco y liviano como cervecita de atardecer frente al mar.
¿En qué casos no sería tan copado “hacerse la peli”?
Digamos que vivir en modo realidad aumentada todo el tiempo, no sería lo ideal, ¿no? Como decíamos antes, hay que pensarlo más bien como un recurso que como un filtro de vida permanente. Es como esas mujeres de antes a las que nunca vimos sin maquillaje ni pelo de peluquería, aunque hagan 45 grados a la sombra. Perdemos contacto con lo real. Este comportamiento al extremo, nos puede llevar a desvariar, no saber separar la parte real de la fantasiosa. La evasión no suma.
Hay todo un espectro de red flags cuando la peli que creaste en tu mente se termina comiendo lo real. Por lo pronto confío en vuestro poder de discernimiento, porque un ratito de fantasía potencia nuestra experiencia, mejora nuestra producción personal y le da sazón a la diaria.
2 comentarios
Totalmente identificada compañera sagitariana 💛
siempre peli, nunca inpeli!
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