De mujeres empoderadas en su confianza sabía Matisse cuando pintó a las Odaliscas. Probá transitar el día con esta seguridad y prestancia.
Matisse pintó casi 100 odaliscas, mientras vivía en la Costa Azul de Francia. Son todos retratos de mujeres súper relajadas, medio en bolas, con pelos abajo del brazo, coloridas y despatarradas, entregadas al presente. ¡Son tan lindas! A mí me hacen pensar en la corporalidad de la confianza: pensá, ¿te permitís relajarte, mostrarte tal como sos, ocupar todo el espacio que tenés disponible?
Volviendo a Matisse: su forma de desarrollar el lenguaje expresivo del color y el dibujo es sin duda una gran inspiración. Él se inspiraba a su vez en Gaugin, Van Gogh, el arte popular africano o los telares árabes. La inspiración es una de las formas que toma lo divino, ¿lo creen? Abrirse a la posibilidad de que “las musas” encuentren su camino a través de nuestro hacer, un pensamiento que puede parecer mágico, pero que a mí me ha ayudado mucho a sacarle peso a “mi obra”. Hacer con la confianza de que las respuestas van a aparecer, que no soy la única que está creando.
Dos formas de ejercitar la confianza en que el mundo quiere recibir todo tu ser, en su infinito potencial creativo. Ocupá todo tu lugar y creá, sin vergüenza alguna.