Para experimentar la abundancia, primero hay que reconocer nuestra ilimitada capacidad creativa. Pensá en un árbol dando frutos, ¿hay mejor ejemplo de que se puede dar abundantemente y no quedarse nunca vacío? Como dijo Buda: miles de velas pueden encenderse con una sola vela, y la vida de la primera no se acortará.
Viviendo en una gris ciudad llena de cemento, es fácil sentir que el universo no nos da nada que no podamos comprar.
Compartir los talentos personales, practicar el trueque, participar de proyectos colaborativos, hacer servicio a partir de lo que podemos crear y brindar, son todas formas de conectarnos con nuestra abundancia y de entender que en la vida, como en la naturaleza, hay mucha mayor colaboración que competencia.
La reciente crisis económica y social derivada de la pandemia COVID-19 nos mostró incontables ejemplos. Desde comedores barriales que trabajan a destajo a más complejos sistemas coordinados de producción de viandas; científicos e ingenieros diseñando soluciones para aumentar la cantidad de respiradores, privados e instituciones imprimiendo y confeccionando máscaras de protección y artistas barbijos para subastar; voluntarios realizando compras para sus vecinos en situación de riesgo, y otros abocados a la colecta de recursos a partir de diversas propuestas. Hubo un despliegue creativo inusitado, porque cada una de estas situaciones necesita de una chispa creativa que la enciende y le da forma, para que luego pueda llevarse a cabo. Una creatividad que no es egoísta, una creatividad que proviene del amor. Y por eso resulta imposible no conmoverse frente a estas historias. Conmover proviene del latín commŏvēre, que significa ‘poner en movimiento’, ‘suscitar’, ‘impulsar’, ‘excitar’. La solidaridad tiene una fuerza en sí misma que provoca el movimiento que necesita. Al final, los recursos aparecen. Las ayudas llegan. Solo hay que con-moverse.
Uno de los proyectos que te invito a conocer especialmente, es Yo Cuido a Quien Nos Cuida. Fue creado por un grupo de mujeres en publicidad y lleva recaudados más de $1.300.000 en donaciones particulares (gente, no empresas). También hay empresas que colaboran y por eso por tu donación podés recibir premios y regalos. Fijate en este link las opciones disponibles.
Tu forma de brindar tus talentos al mundo puede no estar relacionada con la pandemia o la crisis. Tu forma de brindarte puede tener una audiencia mucho más pequeña y aún así sentirse abundante. Quizás hoy se trata de propagar y regalar plantas, de cocinar una comida casera llena de energía para tu familia o de crear arte que alivia también a otros corazones. No importa cómo se exprese la abundancia en tu vida, lo que importa, como dicen mis amigas de @sopaestudio, es conmover. Solo conmover importa.
¿Y que hay de los árboles? Ellos también saben hacer arte cuando combinan sus poderes: conocé al árbol de los 40 tipos de fruta.