Este librito llegó a mis manos como un préstamo de la rainbow gringa, Hilary. (Que de paso les cuento que acaba de ser mamá, con una historia genial que si algún día me da permiso se las cuento.) Las Rainbow —mi círculo mágico de mujeres— tenemos una especie de ‘book club’ desorganizado, siempre hay algún texto en discusión. Una costumbre que recomiendo ampliamente.
Brené Brown es una investigadora de las emociones. Dedicó varios años a investigar la vergüenza y, en el camino, se topó con una miríada de emociones que también registró y vinculó entre sí, hasta llegar a la conclusión de que hay personas que viven mejor sus emociones que otras. A esa forma de ser la denominó wholehearted life, una vida con todo el corazón.
El problema de la vergüenza
Dejando de lado lo poético —recordemos que la autora tiene un enfoque de investigación, por lo que es metódica en su proceso— Brené define “los regalos de la imperfección” como: coraje (para ser vulnerable), compasión (para acercarnos a lo que nos asusta y para aceptarlo, poner límites y reclamar que las personas se hagan cargo de su comportamiento, que es mucho más trabajoso que culpar y avergonzar) y conección (dar y recibir sin juzgar, y hacerse más poderosos juntos). Su primera investigación —cuyas conclusiones publica en un libro anterior— tuvo por objeto entender por qué nos hace tan pero tan mal sentirnos imperfectos, incompletos, incompetentes. Por qué nos hace infelices y nos inmoviliza frente a nuestros deseos. La solución que naturalmente encuentran los wholehearted, es hacerse cargo… en vez de tratar de barrer la vergüenza bajo la alfombra.
Si no te sale naturalmente, Brené te ilumina con los pasos prácticos para lograrlo: entender nuestros triggers —lo que nos pone en modo avestruz que quiere meter la cabeza bajo tierra no es igual para todos—, practicar un autoreconocimiento crítico, pedir apoyo emocional a las personas correctas y hablar de nuestra vergüenza —importante: usar esa palabra maldita—, pidiendo lo que necesitamos para sentirnos mejor. Brené descubre que el solo hecho de decir en voz alta lo que tanto nos espanta reconocer, le quita fuerza al sentimiento. Pero es crucial que los oídos receptores sean compasivos. Esa amiga que te dice “nooooo boluda que bajón” con un “no” bien largo e intencionado, proyectando su propia vergüenza ajena sobre vos, no te sirve. La que te dice “a mí me pasó pero yo hice esto, y esto, y esto, ¡y salí bien parada!” tampoco es la adecuada. Necesitás una persona que pueda compartir tu emoción sin rechazo ni superación. Con com-pasión.
El Poder del Amor
Una de las necesidades más primales que tenemos —sino la primera—, es la de pertenecer. Ser “suficiente” para ser parte de la tribu. El amor muchas veces se entiende como un contrato de pertenencia… y adivinen qué: ¡hello celos! ¡Hola emociones tóxicas! Eso no es amor. ¿Qué es amor entonces? (Por que todos podemos coincidir en que también parece una necesidad primal.)
Amor es algo que está adentro nuestro, antes que en la conexión con Otro. No puede haber amor entre dos —o más— si no hay amor en cada uno. Es como tener un cable usb y dispositivos con entradas para usb mini. Está el cable, parece que sirve, pero no conecta. Podés atarte con el cable, podés pegar el cable a la entrada con cinta scotch, pero la info no pasa.
Brené dice que cuando nos permitimos ser vulnerables, cuando honramos la conexión espiritual que nace y se alimenta de esa apertura al Otro con confianza, respecto y ganas de brindarse, ahí estamos cultivando amor.
“Pertenecer es el deseo innato de ser parte de algo más grande que nosotros. El verdadero pertenecer solo sucede cuando nos mostramos por completo imperfectos, por eso nunca será más grande que nuestro nivel de auto-aceptación. De ahí, la importancia de entender que somos suficiente, ahora, como estamos, como somos.”
Soltar para cultivar
Brené estructura el libro en pasos —guideposts— para cultivar habilidades y emociones. Cada uno, a su vez, exige un “soltar”:
· Cultivar la autenticidad, soltar “el qué dirán”
· Cultivar la autocompasión, soltar el perfeccionismo
· Cultivar un espíritu resilente, soltar lo que nos saca poder y nos atonta
· Cultivar la gratitud y alegría, soltar el miedo a la oscuridad y al quedarse sin nada
· Cultivar la intuición y fe, soltar la necesidad de control
· Cultivar la creatividad, soltar las ganas de comparse
· Cultivar el juego y el descanso, soltar el quedar exhausto como un símbolo de status y la productividad como la vara con la que medimos nuestro valor personal
· Cultivar la calma, soltar la ansiedad como estilo de vida
· Cultivar el trabajo con intención, soltar el “se supone que yo tengo que”
· Cultivar la risa, la canción y el baile, soltar el sentirse siempre en control y el querer ser “cool”
Si les gustó la imagen de portada sobre “soltar”, aquí pueden descargarla en formato wallpaper.
Si quieren escuchar un poquito más de Brené —antes de comprar su maravilloso libro—, les dejo su charla TED de 2010 (tiene subtítulos en español, pero deben seleccionarlos):
Si ya lo leyeron… ¿les gustó? ¿Les sirvió para cambiar actitudes? ¿Qué es lo que más les resonó? ¡Los escucho!
1 comentario
Empecé por su charla y después leí tu posteo!
Me encantó como habla de la vulnerabilidad, de no taparla.
Eso es lo que nos hace auténticos y lo que nos conecta con el resto.
Nos conectamos nosotros, para poder conectar con otros!
La amé!
<3
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