Noviembre, plena temporada de Escorpio, no es el mes para la tibieza precisamente, ni tampoco para dejar que los miedos dilaten proyectos.
—Por Tofu Giandinoto / Ilustra Ann Chilemi
Este mes soñamos en grande. Fa! Pero no hay que olvidarse, tribu, de que los sueños sin concreción se enquistan, que si no se concretan, quedan perdidos como un mero ejercicio mental, que hay que ponerlos a girar en el bolillero de las ideas, decidirse por aquellos que más resuenen y hacerlos trabajar.
Si un sueño está vehiculizado por el deseo, cobra el peso de aquel que puede convertirse en un proyecto real. Pero para esto último no podemos avanzar erráticamente. Necesitamos de un plan.
Si trabajamos esta idea con un método, aunque suene estructurado, nos acercamos pisando pasos más certeros, como jugando a un pan y queso donde sabemos medianamente dónde pisar el próximo paso y si algo falla, siempre tenemos alguna coartada, para poder seguir avanzando.
Escribir es aterrizar las ideas.
Vik arrieta
Primeramente propongo tomar algún elemento de escritura, un flamante cuaderno , dedicado exclusivamente a este proyecto, porque vamos a necesitar mucho espacio y me siento a bocetar mi plan.
Para esto mismo es que en Monoblock creamos todas las líneas de cuadernos que bien conocen, que no ven la hora de que llenemos sus hojas de esos sueños que un día serán realidades. Es esencial poder desarrollar la idea en la cantidad de hojas y caracteres que hagan falta.
Para esto podemos ayudarnos con esta guía:
PASO 1: definir el sueño:
- ¿Cómo se ve ese sueño una vez concretado?
- ¿Cuándo se pondría en marcha?
- ¿Quién/es está/n involucrados en esta aventura?
- ¿Con qué fin lo llevo adelante?
- ¿Cómo sería si fuese distinto o si se sumaran variantes?
- ¿Estoy preparada para encarar las dificultades que podrían presentarse? Las escribo y describo. Planeo escenarios alternativos.
Hay mil preguntas para hacer, yo propongo estas para arrancar. Están las propias de cada sueño. Súmenlas y compártanlas en este espacio.
Resulta casualmente que yo sí tengo un sueño bien real. Lo vengo gestando en forma más abstracta hace años. Lo estoy ejecutando ahora mismo mientras tipeo este texto. A fin de año será una realidad. Mi sueño no es original y tampoco importa. Tiene que ver con un deseo tan fuerte que ya lo siento necesidad: Me quiero ir de la gran ciudad, quiero vivir cerca del mar.
PASO 2: Visualizar mi sueño.
- Me imagino cómo es ese sueño ya funcionando.
- Describo momentos concretos y quizás mínimos de ese sueño una vez concretado.
- Me veo arribando al sueño. Me veo con ese sueño como parte de mi realidad.
- Lo describo literariamente, como un fragmento de un cuento o novela, puedo ser muy preciso, como si me anticipase a la vivencia de cierto momento que sé que va a suceder.
- Escribo, describo. Si mi fuerte no es lo literario, dibujo, hago esquemas, planos, infografías, pego papeles, stickers, recibos, pedacitos de revistas, semillas de árboles, fotos, lo que sea que sume.
Como parte de mi sueño personal, tengo una imagen futura de mi sueño bien nítida que repito en mi mente todo el tiempo: es temprano a la mañana, estoy saliendo de mi casa costera en traje de neoprene, saludo a la vecina y bajo por la calle hasta la playa, donde tomo mi tabla de la guardería y me meto así directo, al mar. Desde el agua sentada en mi tabla, miro toda la línea de edificios de la ciudad, saludo a algún compañero de olas, reflexiono y pienso que mi mañana no tiene ni bocinazos, ni tráfico demencial, si no el sonido de las olas y el ritmo que yo decido tener.
PASO 3: Valorar mi sueño.
- Esta parte es la menos mágica pero es esencial para poder ejecutar. Elaboro números, tiempos, viabilidad, planes de negocios, dificultades, fortalezas.
- ¿Qué recursos necesito para convertir mi sueño? ¿Cuánto valen? ¿A qué costo?
- ¿Cuánto tiempo me toma ocuparme de esta gestión? ¿En cuánto tiempo lo puedo ejecutar?
- ¿Hay variables que no dependen de mí exclusivamente?
En mi caso estudio el mercado laboral, los distintos barrios para instalarme, hogares potenciales para vivir, colegios, el costo de ir y volver porque mi familia sigue en la gran ciudad, los tiempos míos y los de mi entorno. Son variables a contemplar que forman parte del entramado del proyecto.
Así que ante ante la duda, sueñen siempre, no se achiquen, piensen grande y pónganlo en papel para que no se escapen las ideas.
Mientras tanto, pueden aprovechar el Cyber Monday y adquirir el cuaderno de sus sueños (literal) desde la web de Monoblock con hasta un 40% de descuento.
Y si necesitan banda de sonido para soñar, les cuento que ya publicamos la playlist del mes. la pueden escuchar acá.
4 comentarios
Gracias por compartir :) Tengo muchos sueños pero aún no me animo a plasmarlos, gracias por el empujoncito!
tan simple como tomar lápiz y papel y empezar a largar lo que venga a la mente. Tú puedes!
Gracias por la inspiración! que llegue pronto esa casita cerca del mar! ❤❤❤❤❤
coming soon! gracias!
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