Cerrando el mes minimalista, abordamos la ansiedad y la enfrentamos limpiando lo excesivo, puliendo hábitos y purgando pensamientos para aplacar al mal moderno del momento.
—Por @Tofucita
¿Qué pasa con la ansiedad que está en boca de todos? ¿Es acaso la manera en que la tendencia le puso nombre al exceso de actividad mental al que nos somete el mundo moderno? ¿Una consecuencia inevitable a la exigencia con la que lidiamos día a día? ¿El efecto secundario de haber sobrevivido a una pandemia?
Ansiedad, ¿mal de época?
Es sabido que nuestros abuelos no usaban la palabra “ansiedad” con la misma recurrencia que nosotros, pero ¿la padecían? Hay estudios que comprobaron que el crecimiento de los trastornos de ansiedad se debe a una mutación de nuestro cerebro. Pero no podemos culpar a nuestra adaptación darwiniana por las complicaciones que se presentan: los seres vivos reaccionan a lo que les propone su entorno.
Antes de continuar hay que dejar bien en claro que no es lo mismo “estar ansiosa” que ser una persona con trastorno de ansiedad. En este posteo titulado “La ansiedad no es una moda: cómo podemos distinguirla de los nervios” pueden leer más sobre las pautas que permiten identificar a ambos casos.
Sin embargo, para la cultura pop, la ansiedad es trending topic y abundantes memes lo demuestran:
Desde este espacio, vamos a ver cómo podemos trabajar el estrés cotidiano que no constituye un problema de salud mental desde la visión holística del Ayurveda, con herramientas diarias y mucha auto observación.
Muy importante: Si crees que tu caso es diferente y tenés ansiedad que se manifiesta con síntomas físicos, problemas para dormir, miedos irracionales o una preocupación excesiva que no te permite concentrarte en nada, necesitás el acompañamiento de médicos especialistas (la consulta psicológica es el primer paso). Si es tu caso, no leas más: levantá el teléfono y sacá el turno ahora.
Ayurveda para el estrés
Las necesidades básicas son los pilares del equilibrio. Ya sé, es un clishé, lo dice Cormillot, pero tambíen lo dice el Ayurveda, la medicina milenaria de India que propone mantener tu salud integral (física y mental, la cual nos interesa especialmente hoy) a partir de tus hábitos de vida.
El Ayurveda divide a las personas en tres distintos biotipos o energías: los doshas. Hay tres doshas: Vata, Pitta y Kapha. Cada persona es una combinación única de estos tres doshas, que se expresa en porcentajes. A su vez, los doshas se conforman de los cinco elementos de la naturaleza: éter, aire, fuego, agua y tierra. Según las cualidades de esos elementos, tales serán las características fisiológicas, físicas y de temperamento de esa persona.
- Fisiológicas: cómo funciona el cuerpo.
- Físicas: la apariencia del cuerpo, su contextura.
- Temperamentales: tipo de personalidad y comportamiento.
Si te da curiosidad, un test de doshas te va a ayudar a saber qué porcentaje de cada uno tenés en cada área. Una persona puede tener más aire y éter en su fisiología y apariencia física, y más fuego en su temperamento. Lo que nos interesa hoy es esto último, aquí es donde entra la “ansiedad” y la tendencia a pegarnos a ella como respuesta a los estímulos, más que a otro tipo de respuesta o comportamiento.
Pensando en los elementos que componen a cada dosha, a continuación voy a detallar de qué va cada uno y describir qué características tiene cada elemento exclusivamente en relación al temperamento.
Vata (éter + aire):
- En equilibrio: creativo, entusiasta, conversador, sensible, espontáneo, mente ágil pero volátil.
- Desbalanceado: cansado, ansioso, no sabe frenar, débil, temeroso, disperso, inseguro, fóbico, torpe.
Pitta (fuego + agua):
- En equilibrio: mente lúcida, concentrado, preciso, capacidad de planificación y ejecución, aventurero, apasionado, capacidad de liderazgo, toma de decisiones con rapidez.
- Desbalanceado: peleador, agresivo, intenso, personalidad explosiva.
Kapha (agua + tierra):
- En equilibrio: estable, bonachón, reflexivo, amoroso, disfruta compartir, compasivo, tolerante.
- Desbalanceado: acumulador, materialista, apegado, se mueve lento.
Dosha Vata en desequilibrio: ¡hola, ansiedad!
Una dieta poco saludable, la falta o exceso de sueño, el estrés y demás factores, generan lo que se conoce como desequilibrio dóshico. El desequilibrio que nos interesa hoy es el de vata porque es la dosha vata la que, fuera de eje, desencadena estados de ansiedad.
El Ayurveda trabaja la salud a partir del equilibrio, por lo tanto se maneja a partir de opuestos: si tengo mucho de algo, aplico lo opuesto para equilibrar. Por ejemplo: si tiendo a ser friolenta, procuro beber y comer caliente y me abrigo. Si soy perezosa, evito las siestas y promuevo la actividad física.
En el caso de alguien con dosha vata predominante (movimiento, ligereza, rapidez) necesita fomentar lo opuesto: quietud, calma, apartarse de las situaciones donde hay demasiado estímulo, los trabajos con mucha exigencia o con deadlines muy estrictos, los vínculos con personas que potencien este estado de ansiedad.
Puede suceder que alguien no tenga a esta dosha predominante, pero que igual esté atravesando un desbalance vata, por distintas razones: viajes, momentos de estrés, estaciones del año que son naturalmente más vata, proceso hormonal, maternidad, ciclo de vida, etc.
El mundo moderno es especialmente estresante para la dosha vata, porque justamente es veloz, intermitente, ruidoso, movedizo. Podríamos decir que el ritmo al que estamos acostumbrados es vata.
Cómo equilibrar tu Dosha Vata
La meditación, el buen descanso, el mono tasking, hacer menos, vivir lento, en ambientes más calmos, naturales, el silencio, la quietud y la buena alimentación son pilares para mantener a la ansiedad lo más a raya posible.
@tofucita
En cuanto a la alimentación, puede parecer raro que algo que ingerimos pueda tener inferencia en nuestro estado de ánimo, pero si revisamos los últimos diez, quince años de investigación de la medicina funcional, vemos que todo se remite a la microbiota (flora intestinal) y que sin un adecuado balance de esta, podemos desarrollar todo tipo de enfermedades, incluyendo los trastornos de ansiedad y depresión. Algunas propuestas del Ayurveda:
- Comé sustancioso: alimentos grasos y blandos. Grasas nobles. Guisos de legumbres, sopas, currys, vegetales grillados. Siempre con ghee o aceites de buena calidad.
- En otoño e invierno: mantené el cuerpo caliente. No salgas canchera con campera de jean en Julio, plis. Metele al chai, que tiene un combo de especias altamente “calentantes”.
- Líquidos: a temperatura ambiente o tibios. En invierno podés entrarle a las infusiones incluso para las comidas.
- Masticá: muchas veces y lentamente. La digestión empieza en la boca.
- Tomate tu tiempo para comer sin distracciones. Bai pantallas por el ratito que dure tu comida.
- Priorizá los sabores dulce, salado y ácido.
- Tés: digestivos, carminativos, calentantes.
Aprender a observar tus necesidades básicas
En el último episodio de Se regalan dudas, dedicado a la ansiedad, Sara Beneyto nos da justamente consejos similares para mantener el centro todo lo posible. Sea el grado que fuese del cuadro de ansiedad, la base de la pirámide es la misma y el consejo es mantener los siguientes hábitos bien a raya:
Sueño
¿Dormís bien? ¿Sabés cuántas horas necesitás vos, en particular, para despertarte lúcida por la mañana? Podés pasar doce horas en la cama y no descansar bien, tener sueño interrumpido, muy liviano o dormir con el cuerpo en tensión, lo cual te lleva a despertarte más cansada que cuando te acostaste por la noche.
Alimentación
Algo hablamos en la sección ayurvédica, pero pensémoslo al revés. Registrá, a partir de ahora, como te sentís luego de comerte un combo asesino de hamburguesa con fritas y medio litro de gaseosa, en relación a un plato casero, que incluya una buena porción de vegetales y que haya sido preparado con ingredientes de verdad. En mi barrio, le dicen nutrición.
Movimiento
No hace falta anotarse en un box de crossfit, o correr 10 km cuatro días a la semana. Una caminata diaria de una hora, una salida en bici, yoga, danza, natación… La ciudad ofrece mil opciones para moverse y muchas opciones son gratis y sólo piden que nos calcemos las zapatillas y salgamos por la puerta de casa. Otras, inclusive, en casa.
Vínculos
Cuidarlos, alimentarlos, darle espacio a esos que nos nutren, nos sanan, nos abrazan, nos escuchan, nos respaldan. El podcast propone algunas ideas interesantes para implementar:
- Poner alarmas a lo largo del día: para recordarnos que nos tenemos que tomar un tiempo. Salir del monitor, caminar, diez minutos de stretching y retomar.
- Rendirse ante la ansiedad: cuando llega un pico más intenso de ansiedad, no la trato de controlar, suelto todo, me dejo tomar por ese estado, porque todo lo que sube, eventualmente baja.
- Traer a la mente al momento presente: como la técnica de las palabras encadenadas, meditación y mindfulness. Sumar aquellas actividades que no nos permitan pensar en otra cosa: dar una clase, nadar, jugar con niños.
¿Conocías estas ideas? ¿Las ponés en práctica? Contame en comentarios lo que pensás de la ansiedad y si estás de acuerdo con la frase de Sahagun:
“De ansiedad, nadie se va a morir”
lety sahagun