Guía de Mardel I

No es definitiva, no es completa, tampoco es racional. Es un paseo aleatorio por los lugares que conozco, habitúo y repito.

Por Tofu

Es maravilloso: vivo acá hace poco y aún estoy en modo turista. Descubro obviedades que todos conocen, encuentro cosas que nadie había registrado. A mi deber me llaman cuando se trata de buenos cafés y marquitas con productos diseño. Del neoprene a la gastronomía, de los cruces entre lo urbano y lo natural. Mar del Plata me da todo lo que necesito y yo se lo devuelvo difundiendo aquellas cosas que más me llaman la atención.

Por ejemplo: resulta que las marcas independientes marplatenses imprimen stickers. Stickers con logos e ilustraciones hermosas. Esto no lo venía viendo en Buenos Aires y me parece maravilloso, una delicatessen total. Con mi hija nos peleamos por tenerlos. Muchos locales tienen merchadising. Es común acá. Marcas de indumentaria, cafés, casas de deco. Tienen tazas, medias, remeras y hasta vestidos con sus insignias y buen valor de diseño.

Los vestidos de Che Surf, las tote bags de Ninio Lobo, las tazas de lobo marino de Sea & Coffee o el vaso faro de el Tiki Bar. Sin ser consumista, o siéndolo pero con recaudos, me encuentro aspirando a algunas de estas piezas. El souvenir playero del siglo XXI.

Desterando el mito de dónde parar:

“¿Me recomendás unas cabañas?” “¿Sabés de algún Air BNB por Playa Grande?” Ni idea chicos, yo vivo y soy nueva en la ciudad, no soy agente de turismo. Sólo conozco unas donde paré UNA VEZ. Pero se ve que a Loli Lanusse le pasa lo mismo y encima tiene muchos followers, la deben consultar insistentemente, así que muy hábilmente y para calmar la sed de data, elaboró este posteo para los que quieren alojarse arrimando hacia el Sur.

Algunos recomendados:

Diseño local:

Ya sabemos del gran nivel de diseño marplatense, no es novedad. Todos los que vienen siguiendo el festival Trimarchi hace décadas bien lo saben. Aquí algunas de las mil perlas que ofrece esta ciudad, cuando nos salimos del circuito de compras turístico.

• Mono.denim: Las riñoneras, bolsitos y prendas de denim que usan todos los mods de La Feliz. Buenos colores, precios más que razonables.
• George Manta: Gran ilustrador y serigrafista de rock y cultura popular. Pueden adquirir online.
• Suba movement: A estos sí que puedo decir que los sigo desde el under, bah desde la FADU. Prendas ilustradas por diseñadores gráficos, skaters y amantes de la buena música: buzos, remeras, pantalones. Mucho de hombre, menos de mujer pero no niego ni afirmo que se les puede dar uso unisex tranquilamente. Buenas telas. En verano y fines de semana suelen abrir pop up en La Estafeta.
• Waliki tejidos: tejidos mini, para criaturas pequeñas, pero también atenti a la selección de gorros de lana estilo alpino con altas paletas de color en talle adulto.
• Bernardo Lahitte: no es un recomendando vegan precisamente, lo siento, es más bien de corte vikingo. Pantuflas de corderito que son el classic invernal para sobrellevar el gélido piso de piedra del chalé marplatense. También son utilizadas por algunas porteñas para salir a la calle en plan “ya fue, son las UGG de acá”.

Bonus track:

Los chicos de Trimarchi se expandieron y abrieron dos espacios, un centro cultural con gran sala para shows y un café dentro del museo Mar. Y aparte triplicaron la apuesta y lanzaron la Tienda Club Tri: online o en alguna de sus dos sedes, la tienda ofrece una selección muy bien curada con lo mejorcillo de los diseñadores independientes locales.

Entre ellos:

• Oso estudio: diseño industrial con mirada artesanal. Los dosificadores de agua son una belleza con mucha inspiración en las criaturas del legendario grupo Doma.
• La estampería: stickers contextuales con marplatemas y otros con frases meme.
• Connie Marchini: ceramista y creadora de “las malditas”, una serie hermosísima de designer toys únicos, bellos, diabólicos, encriptados. Las quiero en mi repisa ASAP.

Mundo holístico:

Mar del Plata es una ciudad con mucho y buen producto natural, huertas orgánicas, huevos de granja, carnes de pastura. Los campos productores están cerca y su población pescó rápidamente las nuevas filosofías y corrientes de alimentación consciente. Hay muchas marcas locales buenas y buenos almacenes. Quizás lo más floja es la propuesta gastronómica, habiendo muy poco local orientado seriamente a las alimentaciones alternativas. Empresarios gastronómicos: ¡estamos esperando vuestras propuestas!

• Almacén Aurelia: es el Disney de los almacenes naturales de esta ciudad. Gran cantidad de productos locales y de todo el país. Real que consigo cosas que sólo había visto online. Atendido por sus dedicados dueños.
• Wara: La única propuesta con opciones veganas y vegetarianas (aunque ofrezcan platos con pollo y pescado) de Zona Güemes. Recomiendo los taquitos raw y las doshas plant based.
• Esporandum: Una jóven pareja produce hongos y tinturas madres en alguna zona perdida del Sur. Reishi y Shitake entre otros.
• La Pai: Es una ONG, una huerta, un espacio de experimentación, cursos de permacultura, bioconstrucción y salud digestiva. También tienen una tienda hermosa en Chapadmalal que por el momento permanece cerrada. Esperemos a ver que las temporadas más turísticas la vean funcionando nuevamente.
• Oli Market: Es huerta, es deli, es almacén, es café y en pleno zona Güemes.
• Jardín paraíso holístico: Escondido a pasitos de Parque Camet, un jardín inglés alucinante con una flora riquísima, huerta propia, plantas medicinales y aromáticas, cursos de jardinería y cocina silvestre.
• Innamorati del pane: pan de masa madre nivel Michelin. El local parece una tienda de pueblo español, terracota, inmaculado. Siempre pasé a la tarde y les quedan 2, 3 panes de cada variedad. La producción vuela, así de buenos son.
• Algunas marcas locales: Laila cocina natural, Keto Mar del Plata, Vegan Bakery, Mikhuna raw food (las mejores barras de dátiles del cosmos).

Amargo, dulce, semi-dulce, caféeeeee:

Como el café de cadena negro quemado es el infierno de mi hígado, aprovecho estos tiempos donde cada día se abre un nuevo café de especialidad, para despuntar el vicio, sin agotar lo que me queda de bilis.

• Ninio lobo: Mi primer café favorito. Maravillosas pastries, opciones veganas. Perris super bienvenidos. Perfecto para día soleado y brunchear al aire libre.
• Kersen Play Grande: Si te ubicás en las mesas de la calle o en la última línea hacia Alem, ves el mar. Buen café, desayunos saludables y tradicionales. Recomiendo yoghurt griego con granola.
• Luys: Es tienda de modas, es café a la calle. La cuestión es que Luys es punto de encuentro para cierta juventud de Playa Grande que se agolpa en la esquina a cafetear, mostrarse y ponerse al día. Una vez tiré un vaso entero de latte en una remera rosa y ni se mosquearon, se merecen la consagración. Son fans de las mascotas curiosas. Buen diseño, buen café: comprás un café y te llevás una reme con buen diseño o al revés.
• Chica Coffee: Mini local frente al Cementerio, buen café, buen matcha, precios picantes, pero lo valen. Tienen tostaduría propia, cafés y tiendas de productos importados para baristas.
• Kiva café: micro café estilo japonés en pleno Güemes. Atendido por sus dueños. El matcha es delicioso.
• Sea & coffee: Un café dentro de una tienda de deco estilo nórdico. Belleza. Perfecto para días invernales y lluviosos porque todo su ventanal se extiende a un patio interno. El roll de canela es el favorito de esta familia.
• Bai Bai Café: Se sale del circuito, pero merece el paseo. Jardín soñado para los días de verano, primer piso con gran ventanal desde donde se divisa el mar, para los climas más demandantes. En invierno abre sólo fines de semana. El brunch sale muy bien!

En la próxima edición: restós, tiendas y algunos programas no tradicionales.

+ guías:

• Guía gastronómica de Chica eléctrica, de lo popular a lo más sofisticado.
• Guías de Iara Snei, fotógrafa y talento local.
• Las guías de mi amiga Juli Bossi con la que conocí varios de los spots de este posteo.