Anticipando el mes de Agosto, decidimos dedicar los próximos posteos a contar historias de distintas tribus. ¿Qué tribus? Ni góticos, ni otakus, ni traperos, ni hipsters… aunque prometemos bastante caudal de flúo. Atenti a esta selección curada especialmente para nuestra tribu happimess.
—Por @Tofu y Vik
En la temporada leonina del año, les acercamos distintos grupos que brillan con luz propia sin seguir tendencias ni mirar lo que hacen otros. Pensamos mucho esta selección, porque no queríamos caer en grupos voluminosos o agrupaciones oficiales con grandes estructuras, tipo “Amigos del museo de La Chiqui en Villa Cañás” o “Asociación de protectores de carpinchos de Dique Luján”.
Nos interesa más hablar de tribus… ”boutique”(?): esos pequeños grupos que se conocen a partir de una necesidad, una inquietud, una práctica y cuyo vínculo trasciende ampliamente el evento que primeramente los congregó. Miembros que comparten parte de sus vidas, se sostienen mutuamente, crean redes de apoyo que pueden trascender los primeros puntos de contacto. Redes que no necesitan de un territorio definido, que pueden ser digitales y presenciales, alterna e indistintamente.
Buscamos grupos reducidos, que entretejen amistades sólidas, grupos de pertenencia reales, redes de contención, como los que venimos describiendo en varios posteos de este año. Estas tribus custom se crean alrededor de la necesidad de acompañarse en un desafío, y no solamente como fruto de una moda, de ser fans de algo o de alguien (estos elementos pueden estar presentes, pero se trascienden rápidamente). Son tribus que se consolidan en el descubrimiento de sus fortalezas como grupo, del reconocimiento de sus particularidades (su estética, su branding, sus propias reglas, sus límites definidos) y de la constancia en el encuentro (real o virtual).
¿Pero no son estas tribus realmente grupos de amiguis? Sí y no. La amistad florece en las tribus, pero también habilita el triangular vínculos de distinta intensidad en función de una identidad común compartida que promete una respuesta de camaradería y pertenencia, en una suerte de beneficio por carácter transitivo, en el que el reconocimiento de lo tribal es suficiente para unir (aunque sea por un ratito) lo que podría jamás estar unido bajo otro contexto.
Pensamos en mostrar tribus tan visibles, sólidas y atractivas que todas las que terminen de leer estas publicaciones, terminen con ganas de reconocer y darle forma a sus propias tribus. Porque este es otro hallazgo que diferencia a las tribus de los grupetes de amigues del secundario, la facu, el club, etc: las tribus nacen en el momento que se las nombra. Prepárense para una gran dosis de inspiración en 4 entregas, comenzando hoy por la tribu más flúo del condado.
The Foxy Gang, roller dance desde Palermo a las pistas de toda la ciudad
The FOXY gang es un grupo de amigues unidos por una actividad en común: El Roller Dance. Se conocieron en las clases de FOXY en patines, dictadas por Mica Alterio, una geminiana de cabellera profusa y calzas flúo, que siempre se inclinó al trabajo corporal: es bailarina, profe de yoga, tejedora y emprendedora. Se autoproclama “Mother of house of FOXY“. Mica nos cuenta la historia del colectivo y de sus integrantes:
—Compartimos cómo arranca todo, la biografía no autorizada.
Mica: The FOXY gang nace en principio como una necesidad de formar un grupo para trabajar en shows y eventos, por lo cual seleccioné específicamente a las personas del grupo que me parecían mas únicas, destacadas y que tenian el perfil que buscaba para ofrecer un concepto y un show a las productoras.
Desde un principio tuve la visión clara de que buscaba con este proyecto formar una comunidad de personas que disfrutaran de patinar y de las mismas cosas que forman parte de mi vida. Por lo que desde el principio no fueron solo clases, si no que siempre nos quedábamos haciendo videos, monerías y bailando después de cada clase. Con el tiempo fueron llegando personas especialmente particulares y muy afines a la energía grupal.
Ya desde el comienzo hacía el chiste de que éramos una secta y que nuestro uniforme era de colores flúo. Siempre pasaba lo mismo: la gente llegaba a tomar clases vestida de colores apagados y luego de un tiempo aparecía de pronto una media rosa, una estampa de color, hasta que terminaban vestides de colores y estampados. Dentro de la dinámica de la clase buscaba que cada persona tuviera su momento de gracia, de destaque y de disfrute, lo cual celebrábamos entre todes.
Paralelamente a las clases, organizaba un evento mensual Buenos Aires Roller Dance, en donde proponía una temática de vestuario y música en cada edición, aprendíamos una coreografía, hacíamos fotos y videos y compartimos una tarde al aire libre en el Rosedal de Palermo.
—¿Es una tribu constituída? ¿Fue algo mentado o se fue dando sólo?
Cada integrante del grupo tuvo un camino personal de apertura muy interesante, algunos más largo y otros más corto, pero fueron desarrollando una búsqueda personal de expresarse en todo sentido, en un espacio seguro en donde nadie juzgaba a nadie.
Poco a poco fuimos compartiendo un montón de experiencias y aventuras sobre ruedas de todo tipo, algunas muy buenas y otras no tanto, pero al final del día nos dábamos cuenta que éramos un grupo en donde todes se preocupaban por el otre, y nos ayudabamos en todo lo que necesitasemos, ya sea con vestuario, maquillándonos, peinándonos, filmándonos o acompañándonos en los momentos dificiles.
Comenzamos a hacer actividades por fuera de las clases y los eventos casi que en paralelo, siempre que habia un ensayo o una clase los fines de semana, nos íbamos a comer a algún lado al terminar. Casualmente 5 de los 8 integrantes vivimos en un radio de 10 cuadras a la redonda, lo que facilitó y promovió que nos encontremos por el barrio a compartir actividades.
Fuimos buscando lugares a donde nos interesaba ir a patinar y compartir, y eso termino trasladándose en buscar cualquier tipo de actividad que nos divierta, desde clases de danza, acrobacia, patín sobre hielo, hasta ir al bowling y festejar nuestros cumples. Si algún integrante participa de una actividad, todes vamos o acompañarle o a verle.
—¿Qué diferencia hay entre esta tribu y otros grupos que tengan de mujeres o amigas?
La característica fundamental de este grupo es esa, vivimos para la perfo y el boludeo, nos encanta bailar, vestirnos, maquillarnos, disfrutar y darlo todo en cualquier situación, no importa que tan chiquito sea, de todo hacemos una fiesta. Esto es lo que nos diferencia de otros grupos de amigues, nos unen las ganas de olvidarnos de todo y ser nuestra esencia más pura.
—¿Cuándo se dieron cuenta de qué eran tribu?
Pienso que terminamos de consolidarnos como grupo de amigues a fin del 2022 cuando decidimos pasar año nuevo juntes, una de las experiencias mas hermosas que tuvimos como grupo.
—¿Quiénes forman parte hoy de The Foxy Gang?
El grupo central esta conformado por 8 personas que son con las que trabajamos, aunque hay más personas que forman parte, de muchas de las actividades y también las consideramos amigues.
Oriel Naxhielly Martins es una persona trans, tiene 29 años, es capricorniano, fotografo y modelo no binario fue uno de mis primeros alumnos, esta desde el principio del proyecto y es una pieza esencial del grupo. Una de las cosas mas lindas que nos paso como grupo es que Ori nos pida en 2021 que lo acompañemos a la Marcha del Orgullo en patines. Al año siguiente, tuvimos la dicha de que nos convoquen para hacer un show en el Primer Festival por la Visibilidad Trans que se hizo en Parque Centenario.
Maria Cartier tiene 44 años, es taurina, psicóloga, ex bailarina y madre de dos. Llego al poco tiempo de llegar Oriel y tambien es uno de los pilares fundamentales de este grupo. Da clases en FOXY, lo cual lleva haciendo hace casi un año. Sus hijos comparten muchos momentos con el grupo y son sumamente queridos por todes.
Sol Robles es sombrerera de profesión, escorpiana, tiene 37 años y fue la tercera en llegar. Es imposible aburrirse en su presencia, es capaz de levantar cualquier tipo de situacion y hacer una experiencia unica y divertida. Es sumamente coqueta y vive para el outfit y es quien muchas veces nos ayuda con solucionar vestuarios a ultimo momento.
Florencia Lico o simplemente Lico, como la llamamos nosotres, es virginiana, creativa, periodista y productora. Hizo patín artístico de chica, llegó en invierno y es una de las que más ha hecho un trabajo de crecimiento y desarrollo dentro del grupo. Es quien peina a todo el grupo cuando es necesario. Su característica más divertida es que siempre lleva algún tipo de arma (inocente) a cada temática propuesta.
Juan Manuel Fernandez Caeiro, virginiano, tiene 29 años y es ingeniero informático. También es otra de las personas que siento que, al igual que Lico, hizo un gran trabajo de apertura y desarrollo personal dentro del grupo. Es pareja de Oriel, con quien tienen un vinculo poliamoroso y conviven.
Florencia Pellegrino, o como la llamamos nosotros “la Pelle”, es escropiana, estudia psicología y tiene una marca de lencería. Fue la última en incorporarse al grupo de trabajo porque al principio creia que no estaba a la altura aunque claramente es una de las mas talentosas. Es quien maquilla al grupo cuando lo necesitamos.
Lucia Petriz, geminiana, apodada por todes como la bebé. Es nuestro miembro más jóven, la ultima en llegar a las clases. Tiene 26 años y es licenciada en biología, en un mes se va a hacer un doctorado en ciencias biomédicas a New York. La extrañaremos mucho y sera alguien irremplazable en nuestros corazones.
Nos nos olvidamos de Julio Amor, el galgo de Mica y la mascota del equipo, paseado y cuidado por todes.