¿Nos ponemos en la piel del rol que encaramos? Un emprendimiento, un desafío físico, una entrevista laboral, rendir un exámen o dar una charla ante gran audiencia. Todos requieren de la misma habilidad: confianza.
—Por Tofu Giandinoto, ilustración por Micaela Mendelevich
Hace unos días escuché el podcast Desde el avión, de Michelle Poler @HelloFear y Adam, todo un episodio acerca del famoso sindrome del impostor y de cómo entorpece el avance de nuestros proyectos. En el audio citan la charla TED de Amy Cuddy, la psicóloga social que desarrolla toda una teoría relativa a esto tomando como foco el lenguaje corporal. A continuación, algunos highlights:
- Nuestro lenguaje corporal determina nuestras posibilidades de éxito. Si me reduzco se complica, si me agrando, estoy más cerca. Lo mismo pasa en la naturaleza con esos animales que “se grandan” elevando brazos, desplegando plumaje, alas, garras, espinas, para parecer más amenazantes de lo que verdaderamente son.
- El éxito está vinculado a la capacidad de manejar el stress.
- Si nos mostramos poderosos, lo más probable es que lo seamos. Si me muestro de hombros cerrados, me visto de estudiante, tengo menos posibilidades de conseguir ese trabajo que si entro con el cuerpo erguido, mi mejor vestimenta y una actitud confiada.
- Si nuestro cuerpo se transforma, se transforma nuestra mente. Y pequeñas modificaciones, pueden hacer cambios grandes.
- Y por último Cuddy redobla la apuesta de la famosa frase con esta versión actualizada: “Fake it until you become it”, Simulalo hasta que te conviertas en eso.
Personalmente, me preparé durante 3 años para una formación de yoga super exigente, porque siento que si no es lo mejor, no es suficiente para mí. Allá mi diván y yo, porque si bien lo académico es vital y da las herramientas necesarias para ejercer ciertos roles, la realidad es que ninguna certificación me asegura el éxito, si yo no arranco por creerme mi rol.
Si no logro canalizar a mi propia Merryl Streep y encarno mi papel de profesora de yoga, me visto como tal, gesticulo y planto al frente de la sala como mis alumnos esperan, ellos se van a sentir inseguros en la práctica, mi clase se va a diluir y voy a perder fortaleza en mi rol de maestra.
“Fake it until you become it”
Amy Cuddy
Abriendo este planteo al mundo: por más preparado que esté, ningún atleta atraviesa la meta del Iron Man, si no empieza por creérsela. Con toda. Y eso quizás arranca con pequeñas acciones que acompañan ese proceso: montarse en indumentaria dry fit, contar el objetivo con certeza ante familiares y amigos, armarse de un espacio de práctica en casa, sumarse a un grupo de atletas para observar y adquirir hábitos, armarse una playlist de música heroica para salir a correr.
Puede parecer gracioso, hasta medio trucho, pero considero que toda herramienta es válida si suma al objetivo. Finalmente, un buen día, todo eso sucede solo.
And the Oscar goes to… you.
2 comentarios
Que lindo post!!! Y qué oportuno!!!!
Gracias miles!!! Muchas veces, nos enseñan qué hay que ser “la mejor” y andar por la vida con el perfil en el subsuelo… al punto de creerse tan poca cosa (que triste, no?) que terminas creyendo que todo viene de casualidad…. 🤷🏻♀️ Y si, ya lo sé…. urgente retomar terapia!!! 🤣🤣🤣🤣🤣
yo siempre me digo internamente esto: Si no te la creés vos, quién se la va a creer por vos?
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