Se autodefine como “bastante Lisa Simpson”, pero en vez del saxo, toca la guitarra (también canta). Y como la Simpson con conciencia social y planetaria, sus letras buscan arreglar lo que no funciona. En síntesis, sanar.
A Julieta Otero la conocí en su rol de Directora Editorial, cuando me invitó a participar de un evento de su revista, ey!, en Mar del Plata. Su profesionalismo capturó mi atención inmediatamente: tenía muy claro el valor que quería brindarle a la audiencia y no relajaba su atención sobre ningún detalles. El evento fue encantador. Pero lo que más me gustó de la experiencia, fue conocerla a ella.
Quedamos en contacto y tiempo después me sorprendió con un pedido especial: quería que creara la imagen de su primer EP, Centro de Poder. Para entusiasmarme, me envió el primer corte, Tu Centro de Poder… y por supuesto, le dije que SI. ¿Cómo resistirse a apoyar el lanzamiento de todas esas letras increíbles al Universo?
Hace algunas semanas, Spotify hizo público finalmente su “canal” y hoy podés seguirla oficialmente en esa plataforma y disfrutar de los 6 temas que componen este primer disco. Están todos buenísimos.
Del río al mar, y del mar al océano
Juli nació en la ciudad de Buenos Aires pero a los 3 años las circunstancias la anclaron en Mar del Plata, donde aprendió a vivir cerca del mar. Ahora le cuesta alejarse de la costa. Cuando tenía 17 años empezó a trabajar en una agencia de publicidad y poco después la trasladaron al departamento creativo, incluso antes de haber comenzado formalmente su carrera en Publicidad. Sin embargo, y a pesar de su veloz ascenso, Juli empezó a sentirse incómoda en el mundo publicitario. Por un lado, una vez que finalizó formalmente su licenciatura, se dió cuenta que mucho de lo aprendido estaba quedando obsoleto de la mano de las redes sociales. Por el otro, decidió que comunicar marcas con las que no sentía afinidad, en las que no creía o que representaban ideales contrapuestos a sus propios valores, no era un camino posible.
Su primera estrategia fue proponerle a la agencia lanzar una revista de verano que resultó ser el número cero de ey!, su actual revista. El éxito que tuvo la publicación y un aviso en su publicación favorita, Vogue, le marcó el camino: un Máster en Comunicación de Moda y Belleza en la Universidad Carlos III de Madrid. Dos meses después, a los 23 años, Julieta estaba embarcándose en una aventura que la llevaría a ser finalmente la asistente de Debra, la directora creativa de Conde Nast España, donde colaboró con ella en forma directa en la edición del libro Glamour 10, el lanzamiento de la revista S Moda, el Vogue Fashion Night Out, la exposición Vogue in Red, entre otras cosas absolutamente fabulosas.
Durante toda su experiencia en el exterior, Julieta siguió editando ey!, en las noches, mientras buscaba el billete de avión más barato y se dedicaba a conocer cuanto destino europeo pudo. De regreso a Mardel, con la intención de continuar explorando posibilidades en Londres, conoció al papá de su hijo (hoy 7 años) y esa situación la ancló (de momento) de nuevo en la ciudad del mar. Me responde a esta entrevista mientras juega al ludo con su pequeño, porque, por si no quedó claro, hacer un poco de todo a la vez es la firma de Juli.
–¿Por qué decidiste crear Revista ey!, una publicación con el foco puesto sobre el desarrollo personal?
Es muy loco porque logré terminar de posicionar a ey! cuando volví de estudiar el Máster de Moda. Todo el mundo me pregunta si enfoqué más en moda a la revista, pero no, pasó todo lo contrario. La limpié de moda y de belleza, aunque siguen existiendo esos contenidos, y la llené de consciencia y bienestar.
Siempre fui bastante Lisa Simpson y muy fundamentalista con causas sociales y no me sentía identificada con los medios de comunicación argentinos de ese momento. Lo sentía todo muy frívolo y lejos de la realidad. Así, le di un cambio a ey! con el objetivo de generar contenidos gratuitos para mejorar la calidad de vida de nuestras lectoras y, así, contribuir con mi granito de bien a este mundo.
julieta otero
Antes de que sea tan normal hablar de ecología, diversidad, inclusión, feminismo… empezamos a trabajar todos esos lineamientos para darle un espíritu 100 % consciente y positivo a nuestro medio. Hoy la revista que comenzó como una edición veraniega de Mardel, llega a todo el país en múltiples formatos y nos convertimos en un medio referente del desarrollo personal, el bienestar y la consciencia. Hay mucho trabajo por detrás, mucho de dar, de remarla por el contexto y los cambios que nos tocan, pero al final el resultado siempre vale más que todo.
–¿Qué aprendiste de tu experiencia como directora de Revista Ey!?
Uff, tantas cosas… quizás la enseñanza más fuerte fue aprender a adaptarnos a los cambios. Sabemos que es evidente la crisis de los medios de comunicación tradicionales y cuando nació revista ey! no existía Instagram, hoy es quizás nuestro canal más fuerte para contactarnos con nuestra comunidad. Saber adaptarse a tiempo es crucial en la vida personal y profesional. También aprendí mucho sobre empatía, siempre trabajando con equipos de personas que le pasan cosas, clientas o clientes con necesidades, personas expertas en diversos temas con cosas increíbles para contar… Saber conectar con todas las personas que son parte de nuestro medio fue algo crucial para poder llevarlo adelante. Pero, tal vez, la mayor enseñanza fue aprender el poder de la escucha.
Vivimos en un mundo en el que todos queremos hablar, expresarnos y compartir nuestras ideas, eso está buenísimo, pero hacer un poco de silencio y escuchar lo que realmente quiere decir otra persona me parece algo mágico.
julieta otero
Cuando doy cursos de Periodismo, veo que mis alumnas se pierden en el arte de preguntar, por ejemplo, siempre les digo que la mayor habilidad de una persona que ejerce el periodismo es el poder de la escucha y de observar.
–¿Cómo evolucionó la revista en el contexto de la pandemia?
La pandemia vino a traernos pronto todos esos cambios que, en el fondo, sabíamos que se venían o que teníamos que hacer. En nuestro caso, el modelo de negocio se nos dio vuelta completamente. Veníamos con el fuerte de una revista impresa distribuida gratuitamente en lugares de alto tránsito. En los que la gracia estaba en la cantidad de manos diferentes que ojeaban esa revista. Con la pandemia, nuestro modelo quedó obsoleto, no hay protocolo para distribución de revistas gratuitas, la gente no agarra una revista que tocó otro y, en el fondo, yo ya venía sintiéndome incómoda con ese modelo: los costos altísimos de la imprenta, la poca sostenibilidad en los procesos –si bien siempre imprimíamos en papel reciclado, con un costo elevadísimo para lograr la calidad que queríamos, en los procesos hay variables que no son sustentables– y el saber que la gente estaba generando conversaciones online 24/7, lo cual hacía que muchos contenidos nos quedaran obsoletos para cuando salían las ediciones. Así, comenzamos a producir menos ediciones de revista ey!, en formato 100% digital y empezamos a hacer más foco en la web y en las redes sociales, donde la gente está hablando y con ganas de crear lazos. Y como no hay mal que por bien no venga, hoy nuestra audiencia a nivel nacional creció al 100% y creamos una comunidad hermosa de mujeres que están en la misma que ey!: buscando de este mundo un espacio mejor para vivir.
–También das workshops sobre Producción de Modas… ¿es otra pasión de Juli?
Tengo ascendente en Libra por lo que siempre la estética, lo visual, la moda, la belleza y el arte fueron ramas que me llamaron mucho la atención y a las que le dediqué mucho estudio. Sin embargo, siempre supe que la industria de la moda y la belleza no son las más amigables con los seres que habitamos este mundo ni con el planeta. Y sentí que mi propósito era darle valor y sentido a la Comunicación de Moda y Belleza.
Podemos crear marcas que aporten, podemos construir medios que sumen y podemos vestir a la moda sin la necesidad de ser víctimas de ella.
Julieta otero
Por eso hace 5 años comencé a dar Workshops sobre comunicación de moda. Los más fuertes son Periodismo de Moda, Comuncación de Moda para marcas y Producción de Moda. En todos el foco está puesto en todos los valores en los que creo y en cómo podemos darle sentido al mundo de la moda. La idea es escapar del concepto de que la moda es frívola. Lo es, hasta que la llenás de sentido. En los próximos meses voy a lanzar Historia de la Moda y Marketing Digital en Moda, dos cursos que me pidieron muchísimo. Lo que más me gusta es que toman un curso y luego quieren hacer todos los demás, me mandan los proyectos que hacen y siento que me devuelven mucho amor.
–¿En qué momento de todo esto te vinculaste con la música?
Me vinculo con la música desde que tengo uso de razón. En mi casa, mi abuela y mi mamá siempre fueron muy artistas. Mi mamá cantaba, tocaba la guitarra y el piano y tuvo una carrera como bailarina clásica en el Colón muy linda. El arte siempre fue parte de mí. Desde chiquita comencé a estudiar canto y guitarra y no hubo un año de mi vida que no haya tomado clases de canto, hasta dos años que, básicamente, mi coach vocal me echó de su espacio, con mucho cariño, claro. Siempre fui muy de hacer, de mandarme con proyectos, de no sentir inseguridades pero con la música me pasó al revés. Me costó mucho sentirme lista para poder regalarle al mundo mi música y desnudar mi alma ante él. Así, en 2019, busqué otro espacio para poder seguir creando, musicalmente hablando, y retomé mis clases de guitarra con mi profe de la infancia, Toni Torres, un guitarrista y músico increíble, que lejos de ser clases de guitarra se transformaron en encuentros de cocreación de los que surgió Centro de Poder, mi primer EP, producido por Toni que también es productor musical.
–¿Quiénes son tus referentes en el mundo de la música?
Creo que tengo una esquizofrenia artística porque amo muchísimos estilos y referentes diversos y de todos los tiempos. Mi adolescencia estuvo muy marcada por el rock y el punk, pero más de grande empecé a tomar consciencia de las letras y temáticas que nos estaban trayendo estos estilos a nuestros oídos y otra vez me sentí un poco incómoda. Sin embargo, amo el rock y es un poco el estilo base de mi música, mezclada con otros estilos como el pop, la electrónica, el reggae y el indie. Me interesa poder seguir con mi mensaje de consciencia a través de la música y me llena poder darle al rock profundidad en las temáticas.
–¿Cómo fue el momento en el que aparece “Tu centro de poder” (la canción)?
Si te digo que apareció mientras lavaba los platos, ¿me creés? Soy de esas personas que van volando con sus pensamientos mientras hacen tareas automáticas. Me bajan melodías y letras así de la nada y ando mandándome automensajes en WhatsApp para que no se me pierda nada. Para mi todo puede ser una canción. Fue el segundo tema que compuse y surgió luego de un momento de mi vida oscuro, esa oscuridad que viene antes de la calma y de entender el poder personal que todos tenemos. En línea con continuar dando mensajes a la gente que empoderen, generen consciencia y sumen, “Tu centro de poder” fue el puntapié para darme cuenta que lo que quería construir era música sanadora. Que me sane a mí y ayude a sanar a quienes me escuchen.
–¿Cuál es el mensaje en “Tu centro de poder”? ¿Para quiénes la cantás?
Canto para el mundo, a veces me pregunto “para qué hago lo que hago”, lo hago para sanar y para ayudar a sanar a las demás personas. Amo el mensaje de “Tu centro de poder”, porque siento que siempre estamos buscando ese estado de felicidad en el afuera… cuando entendí que la felicidad viene desde adentro, que no necesitamos de nada ni de nadie para ser felices, lo traduje en una canción. Una canción que busca empoderarnos y hacernos fuertes desde nuestro interior y nos recuerda que todos tenemos nuestro valor personal, que es único e irrepetible.
–¿Qué fue lo primero que hiciste cuando te decidiste a grabar tu disco solista?
Lo primero que hice fue conversar mucho conmigo misma, soy muy perfeccionista, pues luna en Libra, y sabía que si me tomaba la música desde ese lugar iba a sufrir mucho el proceso. Aún sigo esa conversación, porque creo que vine a trabajar esto a este plano. La música me da esas alas para dejar de ser tan mental, detallista y perfeccionista. Y un poco esta conversación que tuve y tengo conmigo misma se tradujo en “Tu centro de poder”. Ahora mi música ya no es más mía, es del mundo, de la gente… hay algo de soltar ahí también muy sanador y aliviador al mismo tiempo.
–Este disco no es tu primer “proyecto independiente”, ¿fue más fácil concretar esta vez?
Creo que fue de los proyectos más difíciles de concretar para mí. Especialmente porque es como correr desnuda ante la gente, abrirte para que conozcan tu alma y mostrarse sensible ante el mundo no fue algo que me salió tan fácilmente y que estemos tan acostumbrados a hacer.
Tardé mucho tiempo en todo el proceso de decidirme a hacerlo, di vueltas, me hice mil preguntas, dudé… hasta que pude romper el cascarón y liberar a la artista que hay en mí.
julieta otero
Y como todo lo que hago, es todo muy autogestivo. Yo soy autogestiva, bah. En este caso mi pilar fundamental es Toni Torres, mi productor y quien me ayuda a bajar todas las ideas musicales y hacerlas concretas. Tenemos un proceso muy diverso a la hora de crear, a veces le paso melodías y él me ayuda a aterrizarlas, otras veces empiezo por la letra y él me ayuda a crear una melodía y otras me plantea sonidos en base de cosas que fuimos escuchando y nos gustan y sobre eso busco una letra. Para mí es importante que él también se vea reflejado en mi música porque la cocreamos juntos y lo admiro musicalmente.
–¿Cómo te imaginás tu futuro musical? En 3 a 5 años…
Trato de no pensar mucho porque vivo planificando para mis otros proyectos y en la música, como te decía, trato de soltar y entregarme. Pero me enseñaron que hay que pensar a propósito y en grande, así que pongámosle que cantando arriba de un escenario para miles de personas. ¿Vale como intención? Que mi música encuentre a esas personas que tiene que encontrar y ayude a sanarlas.
–No puedo no preguntarte esto… ¿Por qué me elegiste para crear la tapa de tu primer disco?
Me encanta tu arte, tus diseños pero, mucho más, los mensajes que sostienen a todas tus creaciones. Me siento muy alineada con tu universo y tu vibra. Creo que detrás de cada forma, color e imagen que integran tus diseños hay un mensaje de fondo que también es muy sanador. Desde el momento que me decidí a regalarle mi música al mundo te visualicé cocreando conmigo y no pude imaginar otra cosa. Amé que seas quien le dio imagen por primera vez a mi música y estoy eternamente agradecida.
–¿Cómo dialogarán tu revista digital, tus workshops y tu carrera como solista? ¿Ves viable crecer con ambos proyectos en paralelo?
En este momento estoy llevando adelante ey!, mi multimedio, doy distintos workshops y colaboro como periodista y productora para Vogue México y Vogue Latinoamérica todos los meses. Mientras tanto canto: cuando me siento mal, cuando me siento bien, cuando no entiendo, cuando entiendo… siempre. La música drena mis emociones, las convierte en sonido y me sana. ¡Menos mal que existe la música!
A veces me pregunto cómo hago para hacer tantas cosas, entonces también canto.
julieta otero
Estoy en un momento con muchos cambios en lo laboral y lanzando mi música, por eso vuelvo otra vez a que necesito tomármela de otra forma. Lejos de la vorágine del laburo. Pero, al final, creo que no podría hacer una sola cosa porque no sería yo. Imagino a todos mis proyectos sentados debatiendo cómo hacer de este un mundo mejor, más amoroso, emocionante y diverso.