Alguien nos hizo creer que el balance es algo que podemos mantener en el tiempo. Pero sabemos que el universo es dinámico y que mantener el equilibrio demanda que nos estemos moviendo todo el tiempo.
Ilustración Paula Ramos
Texto Cecilia Olive
Si algo sabemos las integrantes de esta comunidad es abrazar el “quilombo feliz”. Aunque a veces no sea nuestro escenario ideal. Aunque nos encontremos puteando bajito, maldiciendo la realidad actual y deseando darle rewind a esas dos semanas, aquella vez, en las que creímos que podíamos tener el control de nuestras vidas.
La vida es torpe, las cosas pasan, a veces son bellas; otras, grandes desafíos. El Universo no conspira contra nosotras (o sí, depende de cada credo), pero lo cierto es que si no desarrollamos nuestra resiliencia a los cambios constantes, el día a día se vuelve un suplicio.
La impermanencia es un concepto que atraviesa a las filosofías orientales. Es interesante, porque nos sugiere que si aceptamos que hay cosas que están fuera de nuestro control y nos dejamos de pelear con querer tener todo bajo nuestro tutelaje, entonces es ese mismo “happimess” el que nos libera. Si no puedo controlarlo, mejor lo dejo ser y me adapto. Como decía Bruce Lee a quien ya citamos anteriormente: Sé como el agua.
“Si aceptamos que hay cosas que están fuera de nuestro control y nos dejamos de pelear con querer tener todo bajo nuestro tutelaje, entonces es ese mismo “happimess” el que nos libera.”
Ahora se usa mucho el “soltar”. Las filosofías orientales hablan del desapego, son visiones similares. No podemos pensar que nada de lo que poseemos hoy, nos pertenece verdaderamente, tampoco pensar que eso mismo se puede o debe mantener en el tiempo.
Nada de los que sentimos como propio es realmente nuestro. Solo así podemos dejar ir a todas esas etapas en nuestras vidas que van pasando: la casa familiar, los amigos del club, las relaciones, los distintos trabajos y proyectos profesionales, etc. Si pudiésemos pensar en términos presentes, el sufrimiento sería menor. Por ejemplo, decirme a mí misma: ahora estoy viviendo en este PH, estoy laburando en este proyecto, tengo esta mascota, estoy conociendo a esta persona…
Ya sé: la insoportable levedad del ser. Mejor me dejo de filosofar. Las dejo con este texto de Cecilia Olive, miembro y colaboradora de la tribu describe exactamente esta sensación, su escenario actual:
¿Por qué le tenemos tanto miedo a estar fuera de equilibrio?
Estar en Equilibrio. Buscar el Balance. Es todo un esfuerzo que se requiere estar haciendo permanentemente para no caer, para sostener todas las pelotitas en el aire. Es todo el tiempo, no llega el momento de lograr el balance y listo. Es como el equilibrista del circo, no para de hacer el esfuerzo. Y con esa imagen mental, me hago preguntas sobre por qué lo proponemos como un valor deseable para nuestras vidas.
Si nos cuesta tanto, nos agota, nos representa un esfuerzo sin fin: por qué lo anhelamos tanto? ¿Qué nos trae de bueno el equilibrio? ¿Y el balance? ¿Son lo mismo?
“El universo es asimétrico y estoy convencido de que la vida, tal como la conocemos, es un resultado directo de la asimetría del universo o de sus consecuencias indirectas.“
Luis Pasteur
Hay algo en la asimetría que es natural. El universo es asimétrico, dijo Louis Pasteur en una cita que ahora les dejo entera porque es preciosa. No sé si eso necesariamente implica que está fuera de equilibrio, pero si que no todo está en el mismo y perfecto lugar y orden. Y que hay un juego de energías que se compensan entre sí. Un baile de agujeros negros que chupan energía y estrellas que nacen, transitan, desaparecen. Vida que surge, vida que se desvanece. Un baile eterno de fuerzas opuestas y complementarias.
Y en este momento en que todo en mi vida se siente fuera de equilibrio, trato de pensar cómo convivir con esa sensación y encontrar en ella mi bienestar. Estar en paz cuando todo se siente alineado, eso es fácil. Éste es el momento de ejercitar el mindfulness, de abrazar la ansiedad pero también de aprender que las cosas no se pueden apurar.
“A veces, estar fuera de equilibrio es el camino a seguir. A veces necesitamos fiebre, necesitamos ira, necesitamos peligro. Necesitamos sentirnos vivos. El equilibrio está sobrevalorado de todos modos.“
Garance Doré
¿Dónde encontrar o cómo construir mi paz cuando todo parece desmoronarse afuera?
En la certeza de que hasta ahora siempre salí adelante. En mi fortaleza para adaptarme y reinventarme. En la versión de mi papá que vive adentro mío. En la conexión sin fronteras con mi hermana, con mi familia, con mis amigos. En el libro o en la serie que me inspiran. En la manualidad que me relaje un rato. En soñar con otras vidas y saber que esta no es la única, ni el fin de mi existencia.
En saber que no tener respuestas, a veces es una respuesta en sí, o la mejor manera de avanzar. Con todo lo poco intuitivo que eso parezca. Esta última crisis de vida, me enseñó a conservar la calma ante las preguntas más complicadas. A saber estar sin rumbo claro, confiando en que va a pasar.
Quienquiera que seas, no importa cuán solitario, el mundo se ofrece a tu imaginación, te llama como los gansos salvajes, ásperos y emocionantes -una y otra vez anunciando tu lugar en la familia de las cosas.
Mary Oliver
Me hablo, con toda la compasión del mundo que tengo otros y tanto me cuesta aplicar en mi discurso interno. Me hablo y me digo cosas hermosas: “Aceptá la crisis. Dale tiempo a ver cómo evoluciona y que podemos rescatar y que no. De a una cosa por vez. Ahora enfocate en vos. Tenés algunas cosas muy claras, empezá por ahí. Sobre todas las cosas abrazate. Tenete paciencia. Perdonate no poder con todo. Y poné cada cosa en su lugar y tiempo. Poné la energía donde podés avanzar. Y deja que el resto se vaya acomodando solo.”
2 comentarios
Acabo de leer esta nota en el momento preciso de la vida, del mes y del día. Lloré por esto mismo con mi psicóloga hace unas pocas horas. Wow, qué increíble como conectamos en una gran red. Gracias por sus palabras, a las dos. Me hizo muy bien leerlo. Con amor, G.
A veces nos sentimos tan solas pensando que nadie más transita nuestros miedos y ansiedades, pero no. Estamos todes más cerca de lo que creemos!
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