Ilustra Yuruani Martinez
Escribe Malena Petri
Curioso este mes donde le dimos voz a esta comunidad de mujeres y cómo muchas se “presentaron en recepción” rápidamente para dar testimonio. Y las invitamos a dar su mirada sobre la audacia y los procesos personales donde se despierta el músculo de la osadía y concretamos aquello que en otro momento nos daría, calor, verguenza ajena, pánico o bloqueo mental.
Curiosamente y cerrando este tema, descubrimos que la audacia no se da necesariamente en grandes campos, en actos de gran despliegue, o animándose a decir sí, si no en actitudes diametralmente diferentes: en saber decir NO, en las pequeñas decisiones del día a día, en soltar actitudes o hábitos diarios por otros que mejoran nuestra calidad de vida.
En este último posteo, Malena Petri, nos hace pensar en a audacia desde una mirada femenina, en relación a las decisiones que tomamos cuando ya no somos tan jóvenes, la vida tiene cierta estructura y el entorno nos pide encasillarnos.
La audacia de todos los días:
En otras épocas la audacia era adjudicada a reyes y emperadores que emprendían y ganaban batallas, a deportistas que sacaban todo su potencial y cambiaban el curso de un juego o partido, a los primeros aviadores, astronautas, a científicos arriesgados que explotaban sus laboratorios.
Pero la audacia es algo más habitual y mundano… y tan femenino!
Indaguemos un poco en estas acciones poco comunes en nuestra vida aquí y ahora, en el campo de batalla de la rutina que nos toca combatir.
“La audacia es algo más habitual y mundano.”
¿Qué nos hace tirarnos a la pileta un día, decir aquello que nadie esperaba escuchar, hacer o tomar una decisión que puede cambiar el curso de nuestra vida? ¿Cuál es el origen de ese arrojo? Ser audaz puede ser visto como un acto impulsivo, poco planeado e irracional, pero: ¿es siempre así?
Puede ser algo impregnado en tu ADN, sí, pero también muchas acciones audaces son tomadas desde la experiencia, luego de observarse tras años de acción-reacción ante la vida, de pruebaerror, de ver mucha agua que pasó bajo el puente.
La audacia, definida como la capacidad de realizar una acción poco común, sin temer las dificultades o el riesgo que implican, no debe encasillarse tan sólo en los años rebeldes de juventud, si no que definitivamente es algo que aparece y mucho en edades maduras, en las que uno siente que no hay demasiado que perder. Si no es ahora, ¿cuándo??
“La audacia crece en proporción a aquello que deseas y todavía no concretaste, la audacia se alimenta de ese sueño postergado.”
Muchas de nosotras, pasando ya por experiencias de todo tipo, vivencias y frustraciones, pasando los cuarenta, pasando los embarazos, pasando los intentos amorosos, nos vamos enfrentando cada vez más con la realidad del tiempo y de las oportunidades contadas con los dedos.
La audacia crece en proporción a aquello que deseas y todavía no concretaste, la audacia se alimenta de ese sueño postergado, sea viaje, bailar pole dance, emprender un road trip en casa rodante con rumbo desconocido, tomarte un avión un día y mudarte de país, cantar en un escenario frente a un público numeroso. Y como un pequeño diablo dentro de una botella, un día sale y explota.
¿Cómo puede terminar este suceso audaz?
Ah! Eso es algo que en verdad no interesa demasiado, si no que lo sabroso, lo esencial en esta acción es el cómo sucede. Ser audaz es un pequeño acto o show personal del que somos protagonistas.
Este año me encontré con una ficción en streaming que viene a contar una historia de audacia desopilante: la de una chica que sin dudas se convierte en la protagonista de su vida, la Maravillosa Sra. Maisel.
Midge es una madre y esposa neoyorquina de clase media acomodada, que vive con su marido y sus hijos en un departamento decorado con la última moda de fines de los 50’. Sus días transcurren entre cocinar los platos típicos que su familia judía le ha enseñado, cuidar su figura, ocuparse de los niños y visitar a su madre que vive 2 pisos más abajo en el mismo edificio.
Pero Midge esconde una habilidad especial, oculta, que teme que salga y opaque a su marido: el Stand Up. Creativa e ingeniosa, la protagonista de esta serie va llevando registro en un pequeño diario de sus ideas, chistes, y ocurrencias, y se las “regala” a su marido que intenta sin suerte realizar comedia en vivo en un club nocturno.
Un día su esposo la deja por otra y Midge suelta ese talento desopilante de hacer reír a otros. La audacia de una noche, ayudada por el sentimiento perdido de la vergüenza o el fracaso, la lleva al estrellato. Tal vez no lo decidió en modo consciente, pero ahí estaba, esperando salir, ese acto de arrojo vocacional.
“Ser audaz es un pequeño acto o show personal del que somos protagonistas.”
Tal vez ser audaz sea una pequeña puertita que tenemos en nuestro interior esperando abrirse. Cuanto antes nos demos cuenta de que hay dentro, más interesante se pone la trama, ¿no les parece?
Personalmente me siento audaz emprendiendo. Haber abandonado el lugar de diseñadora dentro de una empresa y lanzarme a la aventura del trabajo independiente, en el área creativa, con hijos en edad escolar, con una casa en reformas, con la incertidumbre económica de cada día, etc. Es algo que sí, necesita de un poco de arrojo, lo que no quiere decir que no implique algo de temor en el transcurso.
Tal vez por eso, por las ganas de emprender que siempre había en mí, de hacer mi propia búsqueda y camino es que siempre adoré las historias inspiradoras como la que Ben Stiller protagoniza en “La Vida Secreta de Walter Mitty“.
Walter es un empleado de oficina temeroso y poco entusiasta. Sus días transcurren bastante rutinariamente, en el departamento de negativos de la famosa revista Life, para la que trabaja desde hace muchos años. Lleva como lema esta frase motivadora que tal vez sea una síntesis perfecta del por qué ser audaz:
«Ver el mundo, afrontar peligros, traspasar muros, acercarse a los demás, encontrarse y sentir.»
The Secret life of walter mitty
El protagonista se siente bastante alejado de ese espíritu. “¿Ha hecho algo notable o sobresaliente? “ le pregunta un asistente de citas online dónde está aplicando como candidato.
Creo que esta pregunta, con la que sorprende a Walter un extraño un día cualquiera, es algo que está bueno que nos preguntemos de vez en cuando. Lograr salir de la zona de confort, pegar el salto, sentir la adrenalina que nos atraviesa el cuerpo como una ola. Sentirnos orgullosos y vivos, llegar más allá de lo que nosotros mismos pensamos.
La peli tiene un plus maravilloso que encuadra este aroma motivador y mágico, que es la canción que acompaña a Walter en esta vida secreta: Space oddity (tema favorito en la playlist de por vida) y la voz de Bowie (ah, eso sí que es audacia!) de fondo.
Les dejo 2 versiones de esta canción, la original:
Y aquí la de astronauta Chris Hadfield en una sesión desde el espacio (sí!).
Ser valiente, atrevido, animarse sin temer las consecuencias, será elogiado o defenestrado por otros. Toda reacción puede ser posible, pero ser audaz no pasará desapercibido.
Y lo más importante es que, para nuestra historia personal, seguro será algo inolvidable.