El que mucho aprieta, poco abarca.
Si querés tener éxito, tenés que hacer una cosa que te apasione y hacerla bien.
No conozco a nadie exitoso que abandone todo por la mitad…
¿Verdadero o falso?
Estamos llenos de frases como estas. Creadas con la intención de infundir miedo en cualquier humane que quiera romper con el diseño de vida propuesto por el esquema productivo de la modernidad: la rutina especializada. O dicho de otra forma, hacer todos los días lo mismo para alcanzar un nivel de práctica que garantice la eficacia de tu acción en una actividad concreta y medible. Lo suficientemente concreta para que sea tipificable, de forma tal que pueda enseñarse fácilmente a cualquiera. Este esquema se sostiene con la colaboración de todas las instituciones: desde el colegio hasta las leyes laborales (quien desarrolla maravillosamente esta idea es Seth Godin en su libro “Linchpin”, lo híper recomiendo).
Nos educan desde pequeñes para asumir una única y definitiva vocación, con un manojito de actividades profesionales posibles con las que “ganarse la vida” (como si ya no estuviéramos bien vivitos para ese entonces!). “Qué vas a ser cuando seas grande” no tiene comas ni puntos suspensivos ni etcéteras. Se responde con un sustantivo concreto y final, como una sentencia: polícia, astronauta, actriz. A los niñes les enseñamos profesiones como un conjunto de actividades productivas. Rara vez les contamos los detalles: las historias concretas sobre seres humanes, diversas, llenas de increíbles plot twists, con giros de 180 grados, drama, confusión*. La vida de los personajes históricos en retrospectiva siempre parece perfectamente planificada, cuando todos sabemos que eso está lejos de ser cierto: vamos (casi siempre) tanteando en la oscuridad, desde que nacemos hasta que hacemos check out.
En este escenario, si sos multipontencial, te sentís descolocadx durante toda tu formación y transición a la adultez. Todo el tiempo te piden que elijas una (1) carrera u ocupación y vos sentís que ese es un compromiso que excede largamente tu capacidad de enfoque. Pronto te podés encontrar extenuada, tratando de satisfacer tanto a tus padres como a tu propia curiosidad (en muchos casos y hasta que puedas generar ingresos propios, dependiendo de tus progenitores como financistas de tus aventuras intelectuales… y como en todo acuerdo financiero, el que pone el dinero quiere depositar también una opinión). En el ámbito laboral también te esperan decepciones: rara vez te dejan aventurarte por fuera de los límites de tu escritorio (real, virtual o metafórico). Con el auge del emprendimiento, esa parece una salida conveniente, muy “nadie-más-me-pondrá-límites”. Hasta que te das cuenta que los emprendimientos requieren constancia y… digamos que eso no está en taaan sintonía con tu habilidad mental de mariposa.
—Vamos Vik, llegá a la parte de los súperpoderes, you are killing us!
—No todo está perdido, te lo digo por experiencia propia. Allá vamos.
Cuando te das cuenta que la trampa está en lo que los demás esperan de vos y te das la libertad para seguir tu instinto (y tu curiosidad), ser multipotencial se revela como una capacidad maravillosa: la de abrazar diferentes habilidades en simultáneo. Y abramos un paréntesis sobre la simultaneidad: puede ser realmente al mismo tiempo (remixeando, te lo explico en breve) o en forma alternada (primero una cosa, luego la otra), pero en general se percibe de afuera como que nada te conforma. Vos sentís que es distinto, que te gustan muchas cosas mucho para abandonarlas a todas por una. Bienvenido este inconformismo de no adecuarse a la forma que otres les queda cómoda querides unicornixs, es parte esencial de una vida happimess.
Otros súperpoderes de los multipotencialites:
- Sabemos hacer buenos remixes: y no me refiero solo a la música. En mi caso, mixeo contenidos con formatos con formas de comercialización, de una manera muy propia y original. Los multipotenciales tenemos la habilidad (altamente geminiana, comentario multipotencial inevitable) de sintetizar información, lo cual nos convierte en personas creativas y muy valiosas a la hora de resolver problemas. Como esos jueguitos de la infancia, encontramos la forma de conectar puntos, donde los demás ven vacío, vemos puentes.
- Somos buenxs intérpretes y traductores, porque tenemos facilidad para incorporar diversos “lenguajes”. Y no me refiero a aprender idiomas. Los lenguajes de programación, diseño, arte, movimiento, tarot, astrología o lógica… todos tienen conexiones visibles para los multipotenciales. Eso hace que podamos dialogar con especialistas y “bajar a tierra” lo que proponen, lo cual nos convierte en excelentes comunicadores, divulgadores y trendsetters/influencers.
- Tenemos mente de navaja suiza (o para les que rayen los 40, de Mc Gyvers). Esto es porque nuestra avidez por incorporar conocimiento pero “hasta ahí” nos deja con un montón de data que se vuelve herramienta cuando encontramos ocasión de aplicarla. Aunque probablemente no usemos tooodo lo que incorporamos, la facilidad con la que conectamos puntos hace que tengamos la caja de herramientas siempre ávida de entrar en acción.
- Aprendemos rápido: básicamente porque siempre estamos en modo aprendiz. Y esa es la única rutina constante que abrazamos en nuestra inconstancia. A la hora de incorporar algo nuevo, el músculo está flexible, incluso para aceptar un nuevo y radical punto de vista.
- Vamos de lo micro a lo macro y de lo cercano a lo lejano con mayor elasticidad. Podemos abordar discusiones en diferentes marcos temporales (corto, mediano o largo plazo) o con diferente nivel de complejidad, como si ajustáramos el foco de un lente. Porque eso es lo que hacemos. Con el súper lente de nuestra mente.
Solo basta resolver una pregunta: ¿los multipotenciales, nacemos así? Y aquí mi respuesta es que nada de lo que traemos al mundo con nosotros cuando nacemos es definitivo, lo que importa es cómo vamos nutriendo nuestras capacidades para convertirlas en potencias. Esta habilidad está relacionada a personas que tienen bien desarrolladas varias de sus inteligencias. No quiere decir que sean súper inteligentes o con coeficientes intelectuales por sobre la media en todos los casos, sino que han podido desarrollar ampliamente varias de sus diferentes inteligencias. De acuerdo con la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner (1993), podemos diferenciar 8 tipos de inteligencias: lingüístico-verbal, lógica-matemática, espacial, corporal cinestésica, musical, interpersonal, intrapersonal y naturalista. Conclusión: a ser multipotencial, se aprende.
¿Te reconocés como multipotencial? ¿Cuándo te diste cuenta? ¿Qué mix de inteligencias tenés más desarrolladas? ¿Tenés alguna historia especial para compartir sobre cómo esta habilidad te marcó en la vida? ¡Quiero escucharla! No dejes de compartirla conmigo y con la tribu, ya sea con un posteo usando la etiqueta #tribuhappimess, o por mail a happimess@monoblock.tv
Siempre aprendo algo nuevo de lo que compartís conmigo PORQUE multipotencial forever biiiiiish!
*En los últimos años se editaron libros maravillosos que se pueden leer con los niñes para descubrir esta complejidad, recomiendo la biografía ilustrada de Bowie por Fran Ruiz (editorial Lumen) y el libro “Feministas para colorear”, que de forma mucho más veloz y en modo snack, aborda las historias de vida de mujeres que rompieron el molde, incluyendo los detalles que otros libros de la temática han elegido “suavizar”. Entre ellas está el personaje más destacado de una de mis mujeres multipotenciales favoritas, la actriz, editora y productora Reese Whiterspoon.
Bibliografía si te quedaste enganchadx con el tema:
Barbara Sheer: Refuse to Choose (2006)
Emilie Wapnick : How to Be Everything (2018)
Howard Gardner: Inteligencias Múltiples (1993)