Sábado lluvioso en Buenos Aires. Desde Perú, Dalia F. Walker, la fuerza motora de FE —tienda esotérica y espacio generador de herramientas para el autoconocimiento— me propone una charla vía Skype con Marianne Costa, instándome a conocerla en persona. Cuando Dalia intuye un encuentro, yo escucho. Y por supuesto, mi curiosidad me lleva.
Durante la tarde leo la biografía de Marianne: nacida en 1966, es especialista en literatura comparada, actriz, cantante, escritora, traductora y taróloga. Vive en París pero hace 20 años recorre el mundo impartiendo talleres sobre Tarot, Metagenealogía, Constelaciones Tarológicas y Ficciones Sanadoras. Fue pareja de Alejandro Jodorowsky por 9 años y colaboró con él por unos 15 en total, a lo largo de los cuales pasó de ser su aprendiz a co-escribir los libros La Vía del Tarot (Siruela, 2004) y Metagenealogía (Siruela, 2011), ambos bestsellers. Llegará a la Argentina en abril para dictar una serie de talleres en Buenos Aires y en Córdoba.
Nos encontramos puntualmente a las 20 hs. Desde el minuto que el video se enciende y la escucho hablar, tengo la misma sensación que cuando ví su foto por primera vez en los afiches de FE: una cálida —e intrigante— familiaridad. Al final de nuestra charla empiezo a vislumbrar por qué. Pero de arranque, pienso a Marianne como una chamana: una mujer sabía que conoce cómo conducir las energías para la sanación del cuerpo, la mente y el espíritu. Y lo primero que quiero saber, es cúal fue su viaje iniciatico.
Cómo comenzó todo
Cuando tenía apenas 17 años, su papá se enamoró de una mujer de 25. Para consolar a su mamá, Marianne recurrió a las cartas. Con un mazo de cartas de póker inventó lecturas que escribían otras historias de amor posibles, con símbolos que superaban el poder de las palabras convencionales y explicaban lo que, esa mujer de 45 y su hija, hallaban inexplicable. Lo que empezó como un juego para lidiar con la tristeza y el sinsentido, fue encontrando un curso. La idea de que había alguna verdad en sus lecturas cobró fuerza.
Sin embargo a su corta edad, la certeza de su intuición le resultó sobrecogedora. Cuando a sus 20 años, su querido abuelo enfermó y ella supo leer que en dos días iba a morir, otro miedo se sumó al de la pérdida: el de estar jugando con una herramienta cuyo poder no conocía realmente. Por unos cuantos años, Marianne soltó las cartas. El riesgo de confiar en lo que sucedía a través de ellas parecía muy alto. Fue tiempo después que, a partir de la insistencia de una amiga, Marianne se acercaría a un bar/casa cultural en la esquina de su calle (Marsella) y el Boulevard de la Liberación, para escuchar a Alejandro Jodorowsky hablar del Tarot. Y con él, volverían las certezas.
Por qué el Tarot
Cuando Marianne habla de Tarot, las palabras le galopan sobre la lengua. Entiendo que nunca le serán suficientes: como toda buena traductora conoce bien los límites a la hora de trasladar sentidos a través de los idiomas. Marianne habla varios, y el Tarot no es sino otro más. Un lenguaje que permite hablar a la psique. Los arcanos, arquetipos propios de ese lenguaje que sostienen las estructuras narrativas que permiten construir una historia en tiempo presente. La lectura del Tarot no es otra cosa que una narración abierta, ilustrada por imágenes cargadas de profundidad semántica, que permiten enlazar retóricas, giros y figuras. Una danza en la que se entrelazan quien realiza la lectura y quien la escucha, cuyo fin es el mismo que Marianne perseguía cuando le leía cartas a su mamá: sanar.
Volvamos al bar. Marianne conoce a Jodorowsky y una llama que creía apagada se aviva en su interior. “Es él”. Vuelve a escucharlo, se inscribe a su taller, y en apenas unos meses, se convierte en su aprendiz y en su pareja. Marianne dice que Alejandro encontró en ella una mujer con quién desarrollar un proyecto, al que siempre pensó de esa forma: como una tarea mixta. Hay mucho del equilibrio entre las energías femeninas —“la interioridad vaginal”, como define Marianne— y masculinas —“la exterioridad fálica”— en el Tarot y en la obra que desarrollaron en conjunto. Marianne dirá que los unió un profundo amor, que a veces se expresaba como electricidad —y generaba sus estallidos— pero que en definitiva tuvo la satisfacción de un propósito en común. Eso explica cómo funcionaron 9 años como pareja, teniendo 37 años de diferencia.
Cómo entender el Tarot
“El Tarot es un objeto con un alto nivel de sofisticación, dedicado al conocimiento de uno mismo. Es como una especie de maestro exquisito escondido al final de un bosque sagrado que cuando llegás, te da una galletita”, define Marianne. “A la vez es súper humilde, súper buena gente: si lo querés usar para saber si tu novio te engañó, te lo acepta, porque es tan bondadoso que se deja utilizar para cualquier cosa. Nos devuelve al aspecto lúdico, infantil, a un corazón de niño. Y así te atrapa.”
Como es un juego, se transforma en una práctica. Y como toda práctica —como el yoga—, Marianne sostiene que con el tiempo, te transforma. “Yo era muy mental, muy intelectualona, muy francesa, muy burguesa. A los 20 años hacía estudios literarios, me encantaba, pero mi mente era mucho más cuadrada. Y el Tarot te desarrolla la misma inteligencia que hace crecer las plantas, que mueve los planetas, que crea los colores del atardecer, y te forma a una inteligencia que no es estrictamente racional. Pero a la vez tiene una numerología súper coherente, lazos con la historia occidental y del arte muy claros. No es una locura new-age.”
Este objeto —cuenta Marianne— fue creado entre el final del Renacimiento y el final del periodo clásico por personas iluminadas con una intención sobre lo que podía hacer la sociedad: “contiene la excelencia de Occidente, que es la época del arte sagrado, del mayor desarrollo de la literatura y la pintura”. Siendo un momento histórico tan complicado para el rol de la mujer, el Tarot se revela como un objeto fuera de tiempo que reconoce el equilibrio de fuerzas, que “nos devuelve a la dignidad de lo femenino, de todos los procesos que tienen que ver con la gestación, la interioridad, la germinación. La Tierra como madre.” El Tarot es un lenguaje, una coherencia, “hecho para contabilizar y para crear poesía”. Pero “no es para leer el futuro”, advierte. “Para que lea el futuro deberías vivir en un mundo donde el futuro está escrito. Yo creo que el futuro nos lanza unas insinuaciones. Parte del gran juego cósmico. Pero no creo que esté escrito”, sentencia.
Metagenealogía, Tarot y Psicomagia ¿qué tienen en común?
Como aprendiz de Alejandro, Marianne se acerca a la Metagenealogía y crea la técnica de “ficciones sanadoras”. Combinando sus conocimientos sobre psicología, literatura y teatro, sumando su propia experiencia como actriz, desarrolla una técnica práctica para sanar lo vivido a través de una nueva narración. “La mente teje ficciones”, explica. La tarea de la Metagenealogía es encontrar los relatos que traemos inscriptos en nuestra historia familiar y que tendemos a reproducir contra nuestro beneficio. Trabajando arquetipos y roles, es posible destrabar sentidos y reconstruir un relato que nos devuelva a la libertad. La Psicomagia plantea un paso más profundo, en el que la ficción se vuelve ritual para darle una entidad vivencial y física más concreta. “No es tan sencillo de abordar”, nos advierte, porque implica una mayor responsabilidad sobre la psiquis de quién recurre a dicha herramienta.
Lo que se desprende como vínculo entre estas disciplinas es una voluntad de encontrar en el Arte un camino sanador. El lenguaje que nos constituye como seres pensantes opera en ambos hemisferios del cerebro. Pero nuestra parte racional suele arrogarse poder sobre la otra, la que es sensible e intuitiva, la que sabe “porque sabe” y que por lo general no encuentra en las estructuras de la lógica una forma de comunicación eficiente. El arte de contar historias —a través de la poesía, la literatura, la ilustración, el canto, el baile, el ritmo, la voz— es algo que llevamos en nuestra caja de herramientas desde el principio de los tiempos. Los cuentos son, precisamente, ese puente que pone en diálogo ambas estructuras: lo consciente y lo inconsciente, la lógica y la magia, la forma y lo inconformable, lo racional y lo maravilloso.
Ahora entiendo por qué la siento tan familiar: Marianne se define a si misma como una narradora, una “cuentacuentos”. No puedo evitar sonreir con todo mi ser, ante la revindicación de tan hermosa palabra. Ser contacuentos es algo que yo también llevo en la sangre.
Los talleres
Para conocer a Marianne y aprender todo lo que tiene para enseñarnos, FE diseñó varios talleres. Les dejo a continuación el cronograma para que elijan el que más despierte su curiosidad. Se pueden adquirir en su sitio online (allí también podrán ver los valores actualizados): www.somosfe.com.ar/talleres
SUPERVISIÓN DE LECTURAS DEL TAROT
Martes 5 de Abril de 19 a 21 hs
Atenti: quedan solo 3 cupos para lectores. Nivel sugerido: avanzado.
HISTORIA DEL TAROT: ENRIQUECIENDO EL ENTENDIMIENTO DE LOS ARCANOS MAYORES
Miércoles 6 de Abril de 18 a 22 hs
Nivel sugerido: básico (conocimiento de los 22 arcanos mayores).
PROFUNDIZACIÓN EN ARCANOS MENORES Y LECTURAS
Sábado 9 de Abril de 10:30 a 17 hs con break de almuerzo (duración 6 horas 30 minutos).
Nivel sugerido: básico-intermedio (conocimiento de los 22 arcanos mayores y prácticas de lecturas simples).
NUDOS EN EL ÁRBOL GENEALÓGICO: COMO ENTENDERLOS, TRATARLOS Y ENFRENTARLOS
Martes 20 de Abril de 18 a 22 hs
Nivel sugerido: haber leído el libro METAGENEALOGÍA o haber asistido previamente a un taller virtual o presencial de Marianne Costa sobre el tema.
PSICOMAGIA: PRINCIPIOS, PELIGROS Y PEDAGOGÍA
Sábado 23 de Abril de 10:30 a 18hs
Nivel sugerido: Conocimientos básicos sobre Tarot, trabajos del árbol genealógico realizados o conocimientos básicos sobre psicomagia.
Para los que están en Córdoba, Marianne dictará cursos del 15 al 18 de abril (sobre Tarot, Árbol y psicogenealogía, y Chamanismo). Pueden informarse de horarios, costos y aranceles por email a concienciaplenacba@gmail.com
¿Conocías el Tarot? ¿Alguna vez te tentaste con “tirar las cartas”? Contame qué sentís en relación a esta práctica antiquísima en los comentarios.