¡Ya llega el año nuevo! Seguro, 1 de enero es un día como cualquier otro… con la excepción de que nadie trabaja y todos están curando una borrachera, en su casa o vaya a saber dónde. Entonces no, no es un día igual. Y tampoco 2014 será un año igual a 2015. Celebrar el cambio de año—aunque siempre haya un grinch se oponga a darle crédito a toda la cosa— tiene sentido. Nos ayuda a marcar hitos, a reflexionar, a crear experiencias. ¿Y por qué son importantes las experiencias? Bueno, digamos que es la verdadera “moneda” de la vida. En este estudio de la Sociedad Americana de Psicología, se preguntaron qué valía más: lo que teníamos (posesiones materiales) o lo que recordábamos haber vivido (experiencias). Y resulta que es más importante la experiencia: vale más invertir en ese viaje a… (completen a gusto) que en el teléfono último modelo (ok, quizás ese teléfono también va a ser un compañero de experiencias, depende de tu geekidad cómo lo valores, pero seguramente uno más pequeño y menos inteligente no va a cambiar tu vida mientras que conocer Bali, probablemente sí). Cuando el diario The Guardian le preguntó a la enfermera australiana Bonnie Ware, especialista en acompañar a pacientes terminales, de que se arrepentían, en el puesto número 1:
“Desearía haber tenido el coraje de vivir la vida que yo quería para mí, en vez de la vida que otros esperaban de mí.”
Demoledor. Ni les cuento si hacen el ejercicio de “constelaciones familiares” y se dan cuenta que la mitad de sus decisiones fueron dirigidas a hacer feliz a su abuela, llenar un vacío familiar o compensar a un hermano (y la lista de posibles malas decisiones sigue, ya les voy a escribir sobre eso).
¿Vamos llegando a la idea de por qué es importante escribir, dibujar o al menos dedicarle un ratito de nuestros últimos días del año a conectar con nuestro deseo?
Les propongo un ejercicio sencillo, y hasta les dejo un machete. Busquen una buena hoja en blanco. Cuanto más grande mejor. Para que sea más divertido, necesitan algunos marcadores o lápices de colores. Sí… pueden hacerlo en la compu si se sienten más cómodos pero les sugiero fuertemente que arranquen el ejercicio a mano, porque está probado que las conexiones neuronales que hacemos cuando escribimos a mano y cuando tipeamos son diferentes (más sobre eso, aquí), y usar la mano nos hace más inteligentes (así que ya lo saben: la gente que usa cuadernos ES probadamente más inteligente, yeah!!!). Lo que van a intentar es crear una sincera lista de deseos. Aquí no nos concentramos en las intenciones (eso viene después), sino en descubrir lo que nuestro corazoncito anhela cuando no tiene ataduras. Vale por lo tanto poner cualquier locura que los haga felices. Aquí va la mía.
Una vez que crearon su mapa de deseos, les sugiero saborearlo. ¿Cómo? Deténganse en cada idea y elaboren un poco más, profundicen. Agarren un marcador con otro color y tachen esa palabra que no cierra, completen lo que no se animaron a desear en voz alta en la primera ronda, pónganse específicos. Algo así:
Si están con poco tiempo o sienten que la tarea es muy complicada, pueden usar la imagen anterior como disparador para pensar sus deseos y hacer anotaciones propias (el paso 2) hasta que sientan fluir esa voz interna. Advierto que una vez que empiezan a dejarla hablar, ¡no para!
Cuando tenemos una mejor conexión con nuestros deseos, es más fácil encarar nuestra lista de intenciones (o resoluciones). Es el paso en el que ponemos los deseos en una perspectiva real a través de la acción. ¿Cómo voy a lograr para mí un safari fotográfico por el sudeste asiático? Seguro necesito informarme, investigar para obtener una idea general de cuánto tendré que invertir en tiempo y dinero para hacerlo posible. Luego, necesito un plan para hacerme de esos recursos. ¿Es imposible? Dudalo muchísimo. Solamente va a ser imposible si te gana el miedo a salir de tu zona cómoda para lograrlo. Quizás no sea instantáneo ni mágico, pero si realmente trabajás con un objetivo, el mundo entero está a tu disposición para que lo conquistes, pasito a pasito. Y lo de los pasitos es importante: a veces todo comienza con establecer una rutina. Por ejemplo, ahorrar un poquito por mes, separando una cantidad de dinero un día preciso del mes (el 5, el 15, el 27… ahí es donde seteás la rutina).
El 2015 es tu playground. Que traiga mucho amor, ¡y muchas aventuras!
2 comentarios
jajaja! me has hecho reir con tu mapa del deseo! Yo cada año renuevo mi mapa y armarlo cada año, con afiche en mano, fibras, pegamento, revistas para recortar es mi PROGRAMON!!! por lo gral lo tengo colgado en lugar solo visible para mi…convengamos que puedo resultarle un poco extraña a algunas personas si ven eso…Te cuento una! Tenia pegado en el mapa al bombonazo de Simon Baker, solo para pasear la vista eh?! y en ese mismo año me cayo de visita un australiano que había conocido 3 años atrás…no me trajo al potro de Simon Baker…pero atrajo al australiano al fin! jajaja! Si se cumple! por eso es IM POR TAN TI SI MO lo de ser bien especificas!!!
Te mando un abrazo! y gracias por tantos post este fin de año!!! disfruto leerlos.
Que la pases super genial en Brasil..FELIZ AÑO!
Increíble… Pero real!! Me hiciste pensar en que tengo que sumar algún “bombonazo” para “pasear la mirada”…! Jajaja!! (Bueno, también puede ser una foto de un hotel deluxe en Bali, no?)
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