No podía contarles que para Nochebuena había preparado mi famoso tiramisú de mascarpone y no darles la receta, ¿no? Ok, aquí va. Pero adviértoles que es una bomba de crema, cero paleo —diciembre es el #mesantipaleo, ya asumimos que enero será el #meswhole30 para compensar estos excesos—, y es tan fácil de hacer una vez superado el miedo inicial a batir huevos a baño maría, que se va a convertir en su postre “para deslumbrar” preferido. Todos tenemos que tener una receta que nos sale impecable para deslumbrar, ¡esta podría ser la tuya!
Tiramisú de Mascarpone
Ingredientes
(para 12 personas)
· 48 Vainillas (tené más por las dudas)
· 1 expresso doble (café fuerte, y no quieras hacerlo con café instantáneo por favor)
· 2 cdta de esencia de vainilla
· 4 cdas de ron o masala
· 5 cdas de azúcar (podés usar 3 cdas menos, y usar glucosa como opción #sugarfree)
· 6 yemas de huevo
· 200 gr de queso Mascarpone
· 200 gr de queso Philadelphia o Finlandia o queso crema ‘bueno’
· 200 gr de crema de leche
· Cacao amargo en polvo
· Chocolate en barra 60-70% cacao
Preparación
1
Primero debemos preparar el café. Si sos un sibarita experto, lo harás moliendo los granos y con el agua a la temperatura correcta como te prepararías un expreso doble. Pero da un paso más y hacelo americano, porque vas a necesitar más agua para remojar las vainillas. Agregale 2 cucharadas de ron y una cucharadita de esencia de vainilla. Dejalo a un costadito ¡no remojes las vainillas todavía!
2
Vamos con la crema: poné 2 dedos de agua a hervir en una olla, y un recipiente o bowl cuyo borde calce por encima, para hacer un baño maría. Si es de vidrio mejor.
Separá las yemas de las claras e inmediatamente guardá las claras en la heladera (mañana te hacés un omelette). A las yemas agregales 2 cucharadas de ron o masala, 1 cucharadita de esencia de vainilla y 5 cucharadas de azúcar. Llevá esa mezcla al bowl a baño maría e inmediatamente comenzá a batir. Si tenés una batidora de mano, mejor. Porque tendrás que batir por unos 6-8 minutos, hasta que la mezcla haya triplicado el tamaño, se vea de un color amarillito lindo y parejo, y muy cremosa. Cuando haya llegado al punto, retirala del fuego y de baño maría.
3
Poné la crema de leche —sola, no le agregués nada— en tu batidora de pie al máximo, hasta que alcance el punto en el que formás copos y se sostienen. ¡Ojo que si se pasa de este punto se corta! Si no tenés una batidora de pie, a batir a mano.
4
A la mezcla de huevos vas a agregarle 200 gr de queso philadelphia o similar. Puede ser un queso crema de buena calidad (fijate uno que diga que es realmente un queso y no un ‘producto lácteo’). Para incorporarlo, hacelo con espátula y con movimientos envolventes.
5
Si tenés batidora de pie, cambia la paleta a una de mezclar (no batir), y con la crema batida todavía en el bowl, prendela al mínimo. Empezá acto seguido a volcar la mezcla de huevos lentamente. Dejá que se escurra sobre la crema mientras la paleta mezcla. De esta forma se hará una mezcla bien suave y pareja. Si no tenés batidora de pie, vas a tener que incorporarla a mano con espátula y movimientos envolventes.
Ensamblado
Ahora es momento de intercalar capas de vainillas remojadas en el café con capas de crema espolvoreada en cacao amargo. Elegí un recipiente alto que pueda contener tu postre. Yo usé un tupper rectangular, y para desmoldar podés usar el truco del papel de cocina: forrás todo el contenedor con papel y te dejás un buen pedazo afuera para después, una vez frío, desmoldar fácilmente (en este caso pensamos servirlo desde el tupper porque olvidé comprar papel!). Arrancás con un capa de vainillas: prestá atención al embebido en café porque si te pasás de tiempo la vainilla se autodestruye. Tienen que estar firmes, luego las capas de crema y las horas se van a encargar de que todo quede perfectamente humectado. Luego untá la crema y espolvoreá con cacao amargo (no uses el que tiene azúcar porque te va a quedar todo demasiado dulce). Son 3 capas de vainillas y 3 capas de crema. La última lleva, además del cacao en polvo, chocolate 60-70% rallado. Y si querés ponerte en masterchef, podés decorar con un poco de café recién molido y unos granitos de café a la hora de servirlo.
Frío
Este postre necesita al menos 6 horas de frío antes de poder disfrutarse. No te apures, el tiempo es tu aliado, necesitás que los sabores se impregnen. Podés disfrutarlo hasta 2 días después de preparado.
Si se animan, ¿me cuentan cómo les salió?